Antonia Juárez se despachó con todo contra los médicos del Hospital del Este y contra la ministra de Salud, Rossana Chahla. Criticó los abrazos simbólicos al hospital. “Parecen que ninguna allí es madre”, dijo.
“Lo único que quiero es sacar a mi hijo de ahí (de la Sala de Neonatología del Hospital del Este). No quiero ni un peso de nadie, lo único que quiero es que paguen los responsables por lo que hicieron, porque si ellos estudiaron para ser médicos y tienen todos los años que tienen como profesionales, se supone que es para salvar vidas”. Así comenzó su diálogo con la prensa en la puerta de la Fiscalía VI, Antonia Juárez, la mujer que esperaba gemelos y que recibió sólo uno luego del parto en el Hospital del Este.
La mujer declaró durante más de tres horas ante la fiscal Adriana Giannoni que investiga el caso, oportunidad en la que contó su versión de los hechos ocurridos el miércoles de la semana pasada en el hospital Eva Perón, tras ser sometida a una cesárea esperando ser madre de gemelos y, sin embargo, sólo recibió un hijo.
“¿Quiere decir entonces que si una persona llega herida de muerte a este hospital lo van a dejar morir, porque ellos (los médicos) no van a saber qué hacer porque son inoperantes?”, remarcó con los ojos llenos de lágrimas.
Y agregó: “Quiero respuestas. Eso es lo único que quiero para mí, para mi marido, mis hijas y toda mi familia”.
La mujer que busca desesperádamente respuestas sobre el hijo que no aparece, dijo que irá hasta las últimas consecuencias para llegar a la verdad.
“Estaré muerta por dentro porque es lo que me pasa hoy y hablo así (con voz temblorosa) porque hay mucha gente que cree que quiero plata, dinero, y no es así; detrás mío hay muchas personas que están sufriendo y nosotros jamás en la vida le hicimos mal a nadie, todo lo contrario. Teníamos un sueño y éramos felices con lo poco que teníamos. Yo trabajaba limpiando pisos y era feliz, mi marido trabaja cortando limones como cualquier obrero y si hoy hago esto es sólo porque quiero la verdad”.
Juárez añadió que no se imaginó a sus hijos. “Tenía un embarazo de dos niños. La ministra de Salud (Rossana Chahla) y la directora del hospital (Elisabeth Avila) y todos los demás que están por detrás de éste hecho, no me van a decir que yo me imaginé esto durante 8 meses porque los dos (niños) se movían dentro de mí. Si mi hijo no existió, que me lo demuestren científicamente”, apuntó.
Asimismo, pidió “Que alguien se pare delante de mí y de la cara. No lo hizo nadie hasta ahora, la ministra no apareció ni dio la cara. Quiero que sepa que como ella respalda a todo el Siprosa a mi me respalda toda mi familia. No me interesa su opinión, lo único que quiero es que no destruyan a alguien, solamente por salvar su puesto”.
En ese sentido, preguntó por qué no investigan en el Hospital del Este y por qué salieron a decir que todos los que estuvieron en el parto ya no están trabajando. “Yo lo desmiento. Duermo ahí, en el hospital, y los veo todos los días pasar. Nadie da la cara. Después de haber entrado a ese quirófano ya no soy la misma, con esto me están matando sólo para salvar sus puestos”.
Sobre lo que le dijo la fiscal Adriana Giannoni, Juárez contó que le aseguró que seguirá hasta las últimas consecuencias.
“Lo único que yo quiero es que paguen por ese error. Dicen que son humanos y que se pueden equivocar, ¿pero tantas personas se equivocaron en el hospital conmigo?”
“Me ofrecieron un resarcimiento económico, me quieren dar dinero, no sé quien, pero se presento un hombre y me ofreció dinero. Yo no quiero plata de nadie, no me interesa, lo que quiero es que me digan la verdad y que pague cada uno por lo que hicieron”, aclaró.
Muy golpeada por la situación, Júarez recalcó que nadie le dio “el libro de ser madre”, “pero soy madre de tres hermosas hijas y esperaba dos bebes y hoy soy madre de uno sólo, de Fran, que está en Neo y que quiero que salga pronto de ahí”.
“Quiero que alguien de la cara y me diga qué pasó con Benja. No voy a parar hasta que haya Justicia porque nadie tiene derecho a destruir a una familia”.
Sobre el abrazo simbólico de empleados del Hospital Del Este al edificio en pos de
“limpiar el buen nombre del personal y del nosocomio”, la mujer remarcó: “No me interesan los abrazo simbólico al hospital, creo que si uno tiene un poquito de corazón con un madre que no sabe que hicieron con su hijo no abrazarían tanto el hospital. Parece que ninguno de ellos es padre o madre”.
Por último se refirió a la obstetra que la atendió: “La ‘carnicera’, la doctora Figueroa, me abrió y me dejó tirada en el quirófano y después viene y me dice que hay uno solo. Como si fuera nada, y yo, con un ataque de impotencia, de no poder hacer nada. Y se fue. Y después vuelve y dice a otra médica: ‘preparala para cocerla’, como si yo fuera un pedazo de no sé qué”.
Antonia Juárez, había ingresado al quirófano el miércoles pasado esperando ser madre de gemelos. Sin embargo, recibió sólo un hijo. Las autoridades del hospital y del Sistema Provincial de Salud sostienen que hubo un error técnico en las ecografías que le realizaron a la mujer y que mostraban que tenía dos bebés en su vientre. Juárez y su familia dudan de esta versión.
No sólo las ecografías, sino los médicos les dijeron a Juarez y su esposo que esperaban dos bebés. Por eso decidieron programar la cesárea y no llevar a término el embarazo.