Se trata de José Roberto “Ruso” Leirman quien estuvo sospechado de haber cometido al menos tres crímenes por encargo. Leirman trabajó a la par de “El Malevo” Ferreyra. A fines de los 80, fue activo miembro del grupo parapapolicial “Comando Atila” que atemorizaba la provincia. Por distintos crímenes cumplía arresto domiciliario y ayer cayó por venta de droga en Catamarca.
Leirman enfrentó sólo dos veces a un tribunal. En el único debate que se realizó en Tucumán, la psicóloga forense Inés de Zambrano lo describió como “un hombre con el ego inflado, obsesivo y con rasgos psicopáticos. Es manipulador y utiliza a los demás para lograr sus propios beneficios, por lo que posee una escasa consideración por la autonomía ajena. Además no siente culpa por sus actos”. El supuesto sicario del Comando Atila , de 79 años, fue detenido el jueves por una causa de drogas que se investiga en Catamarca.
Leirman trabajó a la par de Mario Oscar “El Malevo” Ferreyra en la ex Brigada de Investigaciones. A fines de los 80, fue activo miembro del grupo parapapolicial “Comando Atila” que atemorizaba a los habitantes de la provincia.
“Era un hombre especulador y muy frío”, indicó un ex uniformado. “Sus compañeros no lo querían porque le tenían desconfianza. Era artero y no dudaría un instante en pegarte un tiro si era necesario”, agregó.
Él y Luis “Niño” Gómez fueron los únicos miembros del grupo parapolicial que fueron condenados por la Justicia por una de las causas que se abrieron en su contra. Leirman fue contratado por un empresario salteño para que eliminara a un abogado de esa provincia. Estuvo prófugo varios años, hasta que fue detenido en 2002 en Santiago del Estero. En 2005 fue condenado a prisión perpetua por ese homicidio.
Armando “La Vaca” Urueña, que también fue condenado por el crimen ocurrido en “La Linda”, lo definió como un hombre siniestro. “Leirman es el cerebro de una organización criminal que operaba en Tucumán y en Salta. A él le encargaban que cometiera homicidios”, agregó el acusado antes de ser condenado por un tribunal salteño.
En todas las causas que se le abrieron en su contra quedó al descubierto cómo era su modus operandi. Después de cobrar una suma de dinero, se ocupaba de identificar a la víctima, conocer sus movimientos y planificar la manera más efectiva de matarlo. Después, por su propia cuenta o contratando a terceros para que ejecutará el plan, sellaba su trabajo. Afrontó causas en esta provincia y en Salta, pero no se descarta que también haya cometido este tipo de delitos en Catamarca, Jujuy y Santiago.
En 2010, según confiaron fuentes policiales, la Justicia de Salta ordenó que sea trasladado al penal de Villa Urquiza para que no rompiera sus vínculos familiares. Seis años después, los jueces que lo condenaron le otorgaron el arresto domiciliario por cuestiones de salud.
Leirman fijó residencia en la finca La Pastora, ubicada en El Cevilar, departamento Cruz Alta. Los miembros de la División Búsqueda y Captura de Prófugos recibieron un exhorto de la Justicia Federal de Catamarca solicitando su detención por una causa de drogas. Lo detuvieron ayer a la mañana. En las próximas horas será trasladado a Catamarca.
En setiembre de 2018, en un puesto de control, una pareja de Tucumanos fue detenida por personal de Gendarmería Nacional cuando se dirigían a Catamarca. Trasladaban más 10 kilos de marihuana. La investigación continuó y se descubrió que Leirman podría haber sido el proveedor de la sustancia para que los detenidos la distribuyeran en esa provincia.
A través de las escuchas telefónicas, los pesquisas descubrieron las charlas que mantenían los arrestados con “El Ruso”. “Necesito 10 kilos de jamón y tres de queso porque tengo una fiesta en Catamarca”, le habría pedido el narco tucumano conocido como “Dominguín”.
En el mismo expediente aparece la conversación que mantuvo la pareja del detenido con el ex policía. “Me faltó jamón”, le dijo. Ex miembro del Comando Atila le habría respondido: “pesalo bien y después lo arreglamos”.
fuente: lagaceta