robo

Un hombre fue brutalmente atacado por cuatro ladrones que simulaban ser repartidores de una empresa de delivery. Tras causarle una herida en la cabeza le sustrajeron un bolso que tenía $6 millones pertenecientes a la empresa para la que trabaja.

El hecho ocurrió el lunes a la mañana, entre las 10 y las 11, a pocos metros de la intersección de las calles Corrientes y Muñecas. La víctima iba camino a realizar un depósito bancario para la empresa en la cual es empleado cuando fue interceptado por los ladrones. El hombre ingresó a un estacionamiento ubicado a pocos metros de la entidad bancaria, dejó su vehículo allí y cuando estaba a punto de salir a la calle lo rodearon cuatro hombres que se movilizaban en dos motocicletas 110 y que utilizaban las mochilas de una empresa de delivery. Uno de los asaltantes le golpeó la cabeza con la culata de un arma de fuego, provocando que el hombre cayera herido al suelo; y fue en ese momento que los delincuentes le quitaron el bolso que en su interior contenía $6 millones y huyeron rápidamente en sus motocicletas por la calle Muñecas en dirección a la avenida Sarmiento, según publica La Gaceta.

El ataque sucedió en un horario sumamente concurrido por lo que inmediatamente el lugar se llenó de personas que intentaban auxiliar al herido y que querían saber qué había pasado. “Nosotros escuchamos que una chica empezó a gritar y pedía que llamen a la Policía; ella vio justo cuando lo atacaban. Cuando salimos del bar vimos que ya se estaba acercando mucha gente y también vino el policía que estaba en la esquina y otros que estaban por la zona”, contó Lorena, una moza del bar ubicado al lado de donde fue el asalto.

Según los vecinos y comerciantes de esa cuadra, en los videos captados por las cámaras de seguridad se puede observar cómo los delincuentes aguardaban pacientemente a que la víctima llegara para abordarlo, por lo que creen que podría haber sido algo planeado. “Se ve que uno de ellos está caminando por el frente y que otro está sobre la misma vereda esperando”, dijo Fernanda, empleada de un local de insumos de limpieza.

Las cámaras también registraron el trayecto que recorrieron los delincuentes, pero no pudieron ser identificados ya que los cuatro utilizaban cascos. “Sin embargo, se deshicieron de las mochilas con las que simulaban ser cadetes a unas cuadras del lugar del hecho y también se les cayó un revólver y un teléfono celular en el lugar del ataque. Esos elementos ya fueron secuestrados y puestos a disposición de la Fiscalía. Seguro que una vez que se realice el peritaje del teléfono obtendremos la identidad de por lo menos alguno de ellos”, informó una fuente judicial cercana al caso.

El vocero legal de la firma informó que desde la empresa no darían declaraciones para evitar interferir en la investigación que está siendo llevada a cabo por la Unidad Fiscal de Robos y Hurtos I, al mando de Diego López Ávila.

“Es la primera vez que pasa algo así por acá; suele haber casos de motoarrebatos, pero jamás vimos que alguien se haga pasar por un delivery para asaltar”, manifestó Lorena. Quienes trabajan en los locales de las calles Muñecas y Corrientes conocen mejor que nadie el movimiento de la zona; algunos incluso llegaron a ser víctimas de asaltos. Este fue el caso de Gabriel Drube, quien tiene un negocio de comida árabe junto a su familia y fue atacado el sábado aproximadamente a las 21. “Estaba sentado en una de las mesas de afuera cuando pasó una moto KTM blanca con naranja y me sacaron el celular. Después de eso se fueron por la Corrientes hacia el parque 9 de Julio; los corrí una cuadra pero iban tan rápido que era imposible alcanzarlos”, explicó.

El joven dijo que al realizar la denuncia los oficiales le informaron que no andaban las cámaras de seguridad de esas cuadras por lo que no pudieron identificar la patente. “Da bronca porque al final parece que queda en la nada. Esta zona cada vez está peor; por la plaza Urquiza hay muchos robos pirañas durante la noche y acá no son tan comunes los motoarrebatos pero cuando los hay es una moto que en una pasada asalta a tres o cuatro personas en cuestión de minutos”, denunció Gabriel. (Producción Periodística: Micaela Pinna Otero)

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