El espía dijo a la Justicia que a mediados del 2012 sus jefes le trasmitieron la orden de la entonces presidenta de interrumpir la búsqueda de pruebas contra cinco iranies.
Recién ahora se entiende por qué el 29 de febrero pasado, la jueza del fuero penal ordinario Fabiana Palmaghini se asustó, cambió de posición y pidió en menos de 12 horas que la causa por la muerte violenta de Alberto Nisman pasara al fuero federal. Ese día el ex director general de Operaciones de la SIDE Antonio Stiuso afirmó a la jueza con lujo de detalles que a mediados del 2012 la ex presidenta Cristina Kirchner le ordenó, a a través de sus jefes, que frenara la investigación sobre Irán como autor ideológico del atentado contra la AMIA de 1994. El ex hombre fuerte del espionaje K también aseguró que el entonces Secretaria Legal y Técnico de la Presidencia, Carlos Zannini, le sugirió lo mismo a Nisman.
De comprobarse lo que dijo Stiuso se complicará la situación judicial de la ex presidenta porque esas órdenes se encuentran en el delito de obstrucción de la Justicia (Ver aparte).
La declaración textual de Stiuso sobre ese punto se conoció ayer, tras el paso del caso Nisman de Palmaghini al juez federal Julián Ercolini luego de una decisión de la Corte, en fuentes judiciales consultadas en exclusiva por Clarín. Además, trascendió después de que el presidente Mauricio Macri pidiera en la ONU colaboración para esclarecer el atentado más grave de la historia argentina, sin mencionar a Irán, aunque luego hizo una aclaración e incluyó a esa república islámica.
En esa testimonio, el ex asesor de inteligencia de Nisman reveló que a principios del 2012 estaba trabajando en “avances” sobre la pista iraní. En todo momento elogió su trabajo en la causa AMIA desde el 2002 en adelante sin la más mínima autocrítica.
Durante una declaración testimonial de 8 horas, que hasta ahora se mantenía en reserva y solo se conocía por trascendidos, Stiuso relató que “a mediados del año 2012 (no recuerdo con exactitud la fecha), el subsecretario de Inteligencia (Francisco “Paco” Larcher) me manifestó que no debía continuar con la confección de ese informe (de los avances), ya que la presidenta Cristina Fernández de Kirchner le había manifestado que no estaba interesada en que hagamos mayores y/o nuevos aportes a la causa AMIA”. Dijo tener testigos de ese diálogo y aseguró que Zannini “le hizo saber de esas circunstancias al fiscal Alberto Nisman en una reunión que se realizó en la Casa de Gobierno”.
A fines de marzo de este año, Palmaghini citó a declarar a Larcher quien negó haber dado esa orden. Larcher es amigo de la numero dos de la AFI, Silvia Magdalani. “Nunca me dijeron que le diga a Jaime que ni él ni Nisman siguieran investigando al pista iraní”, afirmó Larcher. Ahora esta controversia deberá ser investigada por Ercolini, a menos que saque testimonio y habra una nueva causa judicial.
Stiuso recordó que Nisman iba, en ese momento, a presentar el informe sobre la red de inteligencia y terrorismo de Irán en América Latina y un análisis sobre una presentación ante la ONU para que ese organismo colabore con la justicia argentina para lograr la efectiva comparencia de los iraníes”. Pero “Larcher le pidió a Nisman que se acerque a la Casa Rosada para hablar de ese tema con Zannini, quien le dijo que no debía efectuar ninguna presentación nueva en la causa AMIA por cuento la presidenta tenía previsto referirse al tema en un par de meses en la asamblea de la ONU”, agregó.
Pero para su sorpresa y la de Nisman, el 25 de septiembre del 2012 Cristina en vez de presionar a Irán para que colabore con la causa, “anunció que había instruído al canciller Timerman para que se reúna con su par iraní, Ali Salehi, con el fin de intentar un acuerdo que contribuya a esclarecer el atentado”. Esas negociaciones terminaron con el memorándum de entendimiento de enero del 2013 que “escribió el doctor Juan Martín Mena”, quien pasaría en diciembre del 2012 a ser el número dos de la SI (ex SIDE), mientras que Parrilli era el nexo con los sectores pro iraníes del dirigente piquetero ultra K Luis D’Elia y el líder de Quebracho, Fernando Esteche. Reveló que, entonces, Nisman mandó un oficio a la SI para que le informen sobre los “avances” de Stiuso lo que provocó revuelo. Sucedió que tanto él como Nisman se había negado a dejar de investigar la pista iraní.
A partir de ese momento, aseguró que comenzaron una serie de ataques y amenazas contra él y Nisman desde medios de comunicación K y la jefa de los fiscales, Alejandra Gils Carbó, en un clima de hostilidad.
En octubre del 2012, precisó que Gils Carbó manipuló al fiscal José María Campagnoli para que pidiera su detención en el caso del extraño secuestro del dirigente ferroviario K Severo Caballero en Avellaneda. Incluso que Gils Carbó le “dio copias de lo actuado” a Larcher, pero luego, preocupada, le mandó a decir a través de Nisman que no quería tener “ningún inconveniente” con él.
En marzo del 2013, luego de la firma del pacto con Irán, dijo que se enteró que Cristina “le había solicitado al dirigente político y ex intendente de Malvinas Argentinas Mario Ishi, en una entrevista personal que debía sacarle de encima a Javier Fernández, Larcher y Jaime Stiuso”. Aseguró que Larcher le “reconoció ese encargo” y que le advirtió que a diferencia de la época de Néstor Kirchner “le habían sacado el colchón”. La reunión en que Cristina hizo ese encargo “fue confirmada por algunos secretarios privados de la Presidenta”.
Fuente: Clarín