Una mujer denunció que durante 25 años fue violada por su padre adoptivo, quien sería el progenitor de sus diez hijos, tres de los cuales fueron inscriptos como propios pero con la identidad de su esposa, quien quedó bajo la lupa judicial aunque no fue detenida.
La dramática historia se conoció en la localidad misionera de Campo Grande. La víctima, de 40 años, rompió el silencio ante las oficiales de la Comisaría de la Mujer apenas una semana después de abandonar la vivienda donde sufrió todo tipo de abusos, golpes y malos tratos desde su adolescencia.
La mujer contó que en su adolescencia quedó huérfana y fueron Olinda (59) y Jorge (63) quienes se hicieron cargo de su crianza. Lo que parecía una solución para la adolescente -tenía 15 años-, rápidamente se convirtió en una verdadera pesadilla.
Según su relato, al poco tiempo comenzó a ser abusada por Jorge con la complicidad de Olinda. Las violaciones se volvieron una constante en la vida de la adolescente, que al poco tiempo quedó embarazada por primera vez. Para ocultar el abuso, la pareja inscribió en 1993 como propio al bebé. La historia se repitió con los dos siguientes hijos, que ahora tienen 19 y 22 años.
Los restantes siete hijos fueron inscriptos por la víctima y figuran como de padre desconocido, señalaron fuentes vinculadas a la investigación.
A principios de marzo, la mujer juntó unas pocas ropas y junto a sus hijos abandonó la vivienda del horror, en el Kilómetro 26, haciendo caso omiso a las amenazas de Jorge.
Tras instalarse en una casa del barrio Gómez, en Campo Grande, decidió romper el silencio y relató ante la Policía su calvario. Los peritos que revisaron a los chicos que todavía permanecen junto a ella -tienen entre dos y 17 años-, constataron que fueron víctimas de violencia piscológica familiar, aunque no presentan signos de abuso.
Con el informe de los especialistas, la jueza de Instrucción Alba Kunzmann de Gauchat ordenó la detención de Jorge; mientras que Olinda continúa en libertad al menos por ahora.
Fuente: Clarín