Preocupación sanitaria en la provincia. El SIPROSA lanzó un alerta a la población.
El Ministerio de Salud local emitió una alerta epidemiológica tras la confirmación de dos muertes por hantavirus en la provincia. Se trata de una joven y de un trabajador rural que contrajeron la enfermedad en Tucumán, según informó la Dirección de Epidemiología del Sistema Provincial de Salud (SIPROSA).
Las autoridades indicaron que el virus, que es transmitido por ratones de campo, está circulando en el departamento de Burruyacu, en la zona este de la provincia, de donde eran oriundas las dos personas fallecidas. Nunca antes se habían registrado casos autóctonos de hantavirus en Tucumán, que según explicaron desde el Ministerio de Salud, no es considerada una zona endémica.
La alerta epidemiológica dispuesta por la cartera sanitaria local fue notificada a todos los hospitales públicos y sanatorios privados de Tucumán, con el objetivo de que se refuercen las medidas de vigilancia, protección, prevención y control para evitar nuevos contagios.
“Ante la ocurrencia de casos de Enfermedad Pulmonar por hantavirus en el departamento Burruyacu, en pacientes sin antecedentes de viaje a otras provincias, y con la finalidad de alertar al equipo de salud para la sospecha diagnóstica y la toma de medidas de protección, prevención y control, se emite el presente Alerta Epidemiológico con el objetivo de intensificar la vigilancia y difundir las medidas de prevención”, detalla el documento que difundieron las autoridades sanitarias.
El hantavirus es una enfermedad viral aguda grave, que se contagia al inhalar partículas provenientes de las heces, orina y saliva de los roedores de campo infectados. Otras vías de contagio son el contacto con excrementos o secreciones de los ratones, o por mordedura. Cuando respiramos en lugares abiertos o cerrados, por inhalación del ambiente contaminando, se puede producir el contagio.
Según detallaron desde el Ministerio de Salud provincial, en los pacientes infectados se presentan síntomas de fiebre, mialgias, astenia, cefalea y, en algunos casos, un cuadro de gastroenteritis con vómitos y diarrea. La enfermedad evoluciona rápidamente a una fase cardiopulmonar, en la que se presentan dificultades para respirar y alteraciones hemodinámicas graves. La tasa de letalidad en esta fase puede alcanzar hasta el 50%, según advirtieron las autoridades.
Fuente: La Nación