El tensión y la bronca se mezclan en el barrio Ejército Argentino. “Si a mi nieto le llega a pasar algo, se pudre todo. No importa que nos maten. Esto no tuvo que haber pasado”, señaló Mercedes Véliz, abuela del pequeño que el sábado había recibido un tiro en la nuca. La mujer elevó ese aviso, acompañada por otros parientes y decenas de vecinos tras quemar cubiertas en medio de la calle y de protagonizar incidentes con la Policía.
Los profesionales del hospital de Niños mantienen el diagnóstico de “estado crítico” y el pronóstico reservado sobre el estado de salud del menor.
El niño es asistido desde el sábado por una herida de arma de fuego. La lesión se situó en la zona de la nuca, con orificios de entrada y salida del proyectil, de acuerdo al informe oficial.
El chico, que cumplirá dos años mañana, recibió el disparo en medio de un tiroteo que protagonizaron cuatro jóvenes en avenida Américo Vespucio al 2.500. La balacera se registró pasadas las 19, cuando el pequeño estaba jugando en la vereda de su casa.
Véliz relató que habían hallado al niño tirado en el suelo con un disparo. “Sus dos hermanos habían entrado un ratito antes a la casa. Estaba con su abuelo, mi consuegro”, añadió. En esos instantes se habían escuchado al menos seis disparos, describieron además varios vecinos.
Carlos Reynaga, de 48 años, estaba con su nieto en ese momento y fue quien lo trasladó de urgencia en un auto particular. El hombre, en uno de los hospitales donde asistieron al chico, reconoció a un tal “Tuna” como vecino y uno de los participantes del enfrentamiento. Este muchacho tenía una bala en el tobillo derecho. Ahí, el personal de la guardia Policial del Padilla aprehendió al sospechoso.
En el marco de la causa, personal policial llevó a cabo el domingo allanamientos en las viviendas de los otros involucrados en el tiroteo, aunque no pudo ubicar a ningún de ellos.
El lunes, los familiares y vecinos prendieron fuego cubiertas en medio de la avenida, justo al frente de la vivienda donde reside “Tuna”.
“Estábamos quemando gomas en la calle para que no pudiera salir el sinvergüenza ese. Los padres lo ayudaron a que se escapara. El tipo le pagó a un policía para que nos sacaran a tiros. Queremos que retiren a esta gente, que se la lleven de aquí. Venden droga”, enfatizó Véliz con enfado.
Fuentes policiales señalaron que decenas de residentes se manifestaron en el lugar y “trataron de hacer justicia por mano propia” debido a la situación del niño.
“En medio de la protesta, los ánimos comenzaron a caldearse y empezaron a tirar piedras contra el personal policial y contra la fachada de la vivienda del sospechoso.
Algunas personas, incluso, arrojaron bombas molotov y cubiertas encendidas hacia las paredes de la casa”, indicó Cristian Herrera, jefe de la Seccional 13ª. Ante esta situación, se desató un enfrentamiento entre ambas partes. En el operativo participaron efectivos de la seccional 8ª, Infantería, Bomberos, GEAM y del 911.
Herrera confirmó además que Carlos Reynaga había sido demorado en medio de los incidentes. La Fiscalía en lo Criminal I Nominación dispuso que el abuelo del menor herido no sea aprehendido.
Los vecinos, por su parte, cuestionaron el operativo. “Mi sobrina fue herida con balas de gomas”, expresó Véliz.
fuente: lagaceta