En los últimos meses se registraron un gran número de casos en los que las víctimas de un robo actuaron en legítima defensa sin esperar la intervención de las autoridades, aun cuando recomiendan no hacerlo. Anoche se sumó otro episodio con esta característica, pero a diferencia de los anteriores, tuvo una particularidad: fue un menor quien decidió enfrentar el asalto y hacer “justicia por mano propia”.
Ocurrió en una casa de la localidad bonaerense de Francisco Álvarez, partido de Moreno. Allí, un chico de 13 años mató a balazos a un ladrón que entró a robar junto a cinco cómplices que escaparon. La banda irrumpió alrededor de las 21:15, en una vivienda ubicada en la esquina de las calles Tirso de Molina y Diagonal Nápoles, a dos cuadras de la colectora de la Autopista del Oeste.
Según se informó, el menor estaba en su dormitorio y observó que su madre -identificada como María Laura Leguizamón- era metida a los empujones hacia el interior de la casa por los asaltantes que llegaron en un auto Chrysler Voyager. Estaban todos armados con ametralladoras, chalecos antibalas y reclamando la entrega de dólares y dinero en efectivo. En el medio quedó también su hermano menor, un nene de apenas 11 años.
Al ver que la banda los amenazaba, el adolescente tomó un arma de fuego que su padre guardaba en su dormitorio y enfrentó a los delincuentes a los tiros. Le dio dos balazos en una de las axilas a uno de los ladrones, quien cayó muerto en el patio de la propiedad. Uno de los asaltantes disparó, la bala rebotó y lastimó el cuero cabelludo del menor de los hermanos. Segundos después, el resto de la banda escapó del lugar sin concretar el robo.
Intervino la fiscal Luisa Pontecorvo, a cargo de la fiscalía descentralizada 3 de Moreno. El arma de fuego utilizada por el chico fue un revólver calibre 9 milímetros, registrada a nombre del papá. Tras los exámenes forenses, se comprobó que el delincuente muerto -un hombre de entre 30 y 35 años- presentaba un orificio de bala en región pectoral derecha y un orificio de bala en región torácica posterior izquierda. El ladrón, además, tenía puesto un chaleco antibalas con la inscripción “Policia” en la espalda. Según confirmaron, no es del tipo de indumentaria que usa la policía Bonaerense.