Se trabajó a destajo, pero los primeros acuerdos fueron alcanzados y se sellarán hoy a las 12 con la presencia del Presidente y los gobernadores.
Una fenomenal maquinaria política y técnica estuvo trabajando a destajo para cerrar la primera estación de los consensos básicos entre el Gobierno nacional y los gobiernos provinciales, que aseguren la aprobación en el Congreso de la reforma tributaria, la fiscal y el Presupuesto 2018. El objetivo es llegar a la foto del Presidente y los gobernadores en Casa Rosada este jueves a las 12, prueba de esta primera etapa de los acuerdos.
El mismísimo Mauricio Macri fue parte de la compleja trama de construcción de los consensos, al punto que llevó a los gobernadores de Córdoba, Juan Schiaretti, de Santa Fe, Miguel Lifschitz, de Entre Ríos, Gustavo Bordet, y de Neuquén, Omar Gutiérrez a su gira por Nueva York. Incluso se reunió a solas con algunos de ellos, buscando acortar distancias y limar diferencias.
Mientras tanto, en Buenos Aires, casi todos los gobernadores y sus ministros de Economía pasaron por Casa Rosada. El lunes se hizo una reunión con los mandatarios de las provincias gobernadas por Cambiemos, la segunda desde que el Presidente habló en el CCK. También pasaron por el despacho del ministro del Interior, a cargo de las negociaciones centrales, el gobernador de Chaco, Domingo Peppo, y de Misiones, Hugo Passalacqua.
El martes pasó por la planta baja de Gobierno el gobernador de San Juan, Sergio Uñac. Los mozos cuentan que se quedó hasta pasadas las 22, aunque nadie pidió nada para comer, apenas agua y café. Al mediodía, contaron, Rogelio Frigerio había ido a almorzar a un restaurante de Puerto Madero, pero nadie quiso contar de qué gobernador se trataba.
La gobernadora de Tierra del Fuego, Roxana Bertone, fue parte de las negociaciones. En su caso, concurrió a la Casa Rosada acompañada por el líder de la bancada peronista en el Senado, Miguel Angel Pichetto, un respaldo crucial después de que la lista de la ex senadora saliera tercera en las elecciones de medio término. El miércoles por la tarde estuvo el nuevo gobernador de Chubut, Mariano Arcioni, quien reemplazó al fallecido Mario Das Neves.
Reuniones políticas en Interior, con la participación, además de Frigerio, de Mario Quintana y Gustavo Lopetegui. Un poco más técnicas en el Ministerio de Hacienda, bajo el liderazgo de Nicolás Dujovne, que colaboró activamente en desactivar los ruidos de la propuesta del Gobierno. Mixtas, entre políticas y técnicas, en el Senado, bajo la titula de la vicepresidenta Gabriela Michetti y el senador Federico Pinedo.
Algunos gobernadores no fueron de la partida. Es el caso de Alicia Kirchner, considerada en Casa Rosada una mandataria sin representación parlamentaria, y con la que tienen un acuerdo de transferencias con seguimiento. Es decir, se considera que no tiene demasiado para aportar en las reformas. De todos modos, se espera que esté presente en la reunión con sus pares y el Presidente.
Otros no pudieron llegar por problemas personales. Es el caso de Gerardo Zamora, que tiene un bloque de 6 diputados nacionales y una relación considerada “razonable” por el Gobierno. En la Rosada, creen, no hay peligro en ese vínculo.
Los dos asuntos que más horas insumieron fueron la modificación de los impuestos internos en productos electrónicos de Tierra del Fuego (que será más gradual) y de bebidas alcohólicas. Al respecto, el conjunto del Gobierno tuvo en cuenta el consejo brindado por la Sedronar, ya que “Argentina no hay conciencia del riesgo que conlleva el bajo precio de las bebidas alcohólicas, que favorece el acceso por parte de los jóvenes”, como dijo la subsecretaria de Abordaje Integral, Lidia Saya. Era algo que Dujovne, por ejemplo, tenía muy claro. Pero no hubo caso. La política y necesidad de consensos pudo más que la salud de nuestros jóvenes.
Bilaterales, grupales, generales, la sucesión de reuniones que se vienen teniendo para que los intereses de la Nación y de las provincias estén representados, garantizan que la fecha del 9 de noviembre que se propuso Macri para dar el primer puntapié a la convocatoria que realizó el 30 de octubre.
“Hace 72 horas que no paramos, apenas dormimos, pero estamos conformes: mañana (jueves) nos va a ir bien”, le aseguró un destacado vocero a Infobae. Y agregó: “el Presidente no quiere demorar un día más, y estamos logrando el objetivo”.
Fuente: Infobae