Por Fabián Seidán – Editor general diario Cuarto Poder

Economía vs corrupción: Las encuestas se chocan con “la grieta” de Cristina y Macri.

La Argentina atraviesa momentos turbulentos y de mucha zozobra en su vida política, debido a la “pesada herencia de despilfarro recibida del kirchnerismo” y por la actual política económica de extrema austeridad diseñada por el gobierno del presidente Mauricio Macri para enfrentar la crisis. Hasta aquí, nada de lo hecho ha servido para mejorar la vida de los argentinos, pues ni con el apoyo financiero del FMI se pudo evitar que en los últimos meses se produjeran una fuerte corrida cambiaria, mayor devaluación, más inflación, fuerte recesión y aumento de la pobreza.

En medio de ese lodazal, de estancamiento y sinsabores para Cambiemos, resurgieron en la Justicia fuertes denuncias de corrupción contra el kirchnerismo, esta vez de la mano de choferes, valijeros, ex empleados y empresarios “arrepentidos”, que comenzaron a “revolear las medias”, a contar (y cantar) con lujo y detalle, cómo funcionó el andamiaje de las coimas y sobornos pagados en las obras públicas, más el fraude al Estado con el consiguiente enriquecimiento ilegítimo de una veintena de funcionarios ultra-kirchneristas, con Néstor y Cristina a la cabeza.

El ex presidente Néstor Kirchner fue quien ideó en 2005 el sistema de sobornos con todos los negocios del Estado, y su esposa Cristina, lo heredó. El sistema estuvo vigente hasta que dejó el poder en diciembre de 2015, según confesaron empresarios y ex funcionarios ante la Justicia, estimándose el monto total de la corrupción en algo así como 16.000 millones de dólares. Sí, varios presupuestos anuales de la Argentina.

Pero ¿eso le importa a la gente? ¿O les interesa más saber cuándo bajará la inflación?

La corrupción política es un tema que al argentino medio lo tiene sin cuidado. No le importa –al parecer- si robaron o si algún funcionario o político se hizo rico a costa del Estado. En el mejor de los casos, le puede resultar algo “anecdótico”, risueño, de mal gusto, pero no le mueve las agujas ese tema. Sí le preocupa la escalada del dólar, la suba de los combustibles, el precio del pan, o los constantes incrementos en las tarifarias. Y en medio de su enojo, no se percatan de que ambas cosas (corrupción política y crisis económica) siempre van de la mano.

Eso quedó muy evidenciado en encuestas realizadas por consultoras especializadas que pusieron en relieve los dos temas principales que hoy dividen a los argentinos: la corrupción y la economía.

Más allá del impacto por la obscenidad en la corrupción que destaparon los cuadernos de las coimas kirchnerista, para la gente, la principal preocupación gira en torno a la economía (inflación, dólar, desempleo). Luego está el tema de la inseguridad y finalmente el de la corrupción.

Pero lo que no sabe la gente –o no quiere darse cuenta- es que debido a la corrupción es que la economía del país está como está. De ahí que Macri busque constante relacionar el impacto de los sobornos en la economía: “La plata de la corrupción (kirchnerista) explica las cosas que nos faltan”, resumió el presidente cuando vino a Tucumán en agosto último.

La crisis de la económica pega más fuerte que el escándalo de las coimas entre la gente.

La encuesta de Management & Fit, a nivel nacional, da cuenta por ejemplo que el 53% de la gente consultada considera que el sistema de pagos de contratistas de obra pública es un hecho de corrupción, mientras que el 41%, considera que es una estrategia para desviar la atención de los problemas económicos.

La consulta de D’Alessio IROL/Berensztein, preguntó: ¿Es preferible que termine la corrupción o que mejore la situación económica? Las respuestas estuvieron repartidas casi en mitades iguales. El 51% apoyó el “fin de la corrupción” y 46% que “mejore la situación económica”. Cuando se hizo el desglose por votantes, se vio claramente la partición: los seguidores de Cambiemos en un 80% valoraron el “fin de la corrupción” y los del FPV, el 75% que “mejore la situación económica”.

Opinaia, una de las pocas consultoras que mide de manera online, hizo una medición de 2.456 casos en todo el país. Según los datos logrados, se agudiza el escenario económico desfavorable en la opinión pública. El 63% manifiesta que la situación del país es “negativa”. Sin embargo, sólo el 23% considera que la oposición está capacitada para resolver los problemas económicos, mientras que un 32% confía en el Gobierno para solucionarlos. Además, un 71% cree que el Gobierno de Cristina también tiene “mucha” responsabilidad respecto a la situación económica actual. Respecto a los cuadernos, más del 70% está de acuerdo con que “todos los políticos y todos los gobiernos son corruptos”. Es decir, también impacta a Cambiemos.

La corrupción política está instalada en nuestro país y es vista como algo “normal”. La propia ex presidenta, dijo en su defensa en el Senado (en la sesión que trató el pedido de allanamiento sobre sus domicilios por el caso de los cuaderno de las coimas):“¿Ustedes creen que la patria contratista y que la cartelización de la obra pública comenzó en mayo de 2003? ¿En serio?”.

Una manera burda y ruin de justificar lo injustificable, como decir: “Si todos roban y coimean y me apuntan a mí…”

Estamos como estamos, económicamente, porque tenemos los gobernantes que nos merecemos.

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