Un preso que cumple una condena de 5 años por abusos sexuales en el penal mendocino de Almafuerte fue humillado y torturado por sus compañeros de encierro, todos alojados en un pabellón de buena conducta. En un video, se observa cómo lo obligan a confesar sus delitos. “Quise violar a la profesora en la escuela”, decía, mientras le pegaban.
Aunque se conoció en las últimas horas, el hecho ocurrió el 23 de diciembre pasado. Ese día el recluso, de 25 años, se acercó a uno de los guardias y le dijo que había sido atacado sexualmente por los otros internos. “Si no lo saco ya del penal, lo voy a sacar en un cajón”, dijo su mamá.
Vestido de mujer
Las imágenes muestran al condenado, vestido con ropa de mujer, acorralado por los otros presos y siendo forzado por ellos a bailar “sensualmente”. En otro de los videos, le meten a la fuerza un palo en la boca. “¿Cuántas causas tenés? ¿Tres? ¿Por violaciones?”, se le escucha preguntar a uno de los hostigadores mientras los demás le dan golpes en la cabeza y lo hacen mirar a cámara.
La víctima tiene tres causas por abusos sexuales. El último caso fue un intento de abuso contra una maestra del penal durante una de las clases. En un juicio abreviado, reconoció que sorprendió a la mujer por la espalda. Ella, sin embargo, forcejeó con él y logró salir del aula pidiendo ayuda.
“Mi hijo sufre problemas de discapacidad mental. Él tuvo un accidente vial donde perdió masa encefálica”, remarcó la madre. A ese hecho le atribuyó el cambio de conducta que tuvo su hijo. “Parece de 12, 13 años”, sostuvo.
El director del Servicio Penitenciario, Eduardo Orellana, negó que el recluso haya sido violado y aseguró que no presenta lesiones compatibles con un abuso.