A casi seis años de que se inició la causa, la Justicia claudicó a la hora de resolver la situación de un empleado judicial bajo sumario ya que, de acuerdo con la investigación, ejercía como personal trainer en un gimnasio del microcentro en el mismo horario en el que se desempeñaba en Tribunales.
En el fallo dado a conocer este viernes, el magistrado Fabian Fradejas advirtió que no se podía llegar a una resolución y emitió duras críticas tanto a la instrucción de la fiscal Adriana Giannoni (ya jubilada), como el trabajo del fiscal de Cámara auxiliar, Rafael Heredia Carreño.
A la audiencia se presentaron en calidad de imputados Rodolfo Enrique Neufeld y José Agustín Marquetti, los dos empleados del Poder Judicial. La pesquisa se inició luego de que el primero de ellos, en momentos en que era el jefe de los oficiales notificadores, pretendió cobrar una indemnización por el trabajo que dijo haber ejercido entre 2002 y 2015, de lunes a viernes de 9 a 13, en el Gimnasio Altos de Urquiza.
En ese punto, las vocales de la Sala VI de la Cámara del Trabajo, María Poliche de Sobre Casas y Beatriz Bisdorff, se dieron conque el demandante ejercía como entrenador en el mismo horario en el que debía estar prestando servicios en Tribunales.
Esto derivó en una presentación en la Corte y comenzó una investigación penal. En agosto de 2017, la Corte, integrada en ese momento por Antonio Gandur (presidente), René Goane (ambos ya fallecidos), Antonio Estofán, Claudia Sbdar y Daniel Posse decidió abrir un sumario administrativo, que fue instruido por Gabriela Blanco, secretaria de Superintendencia del Poder Judicial.
En ese marco, se dictaminó además, a través de un estudio caligráfico, que alguien se había hecho pasar por Neufeld y había estampado firmas en al menos tres de las 23 cédulas de notificaciones analizadas.
En abril de 2018, la Corte decidió privar a Neufeld de tres cargos y trasladarlo al Archivo, al tiempo que señaló que la sanción podría agravarse en función del resultado de la causa penal. Sbdar, por su parte, consideró que el acusado debía ser cesanteado. La causa finalmente fue elevada a juicio con Neufeld y Marquetti, que era prosecretario, como imputados.
El viernes, en los alegatos, el fiscal Heredia Carreño advirtió que el único delito por el cual se podía solicitar una pena era el del incumpliemiento de los deberes de funcionario público, ya que en las audiencias no se habían podido acreditar otras anomalías como la falsificación de instrumento público. Y aseguró que estaba probado que Neufeld había omitido informar en Tribunales que prestaba servicio en el mismo horario en el que se desempeñaba en el gimnasio.
“Hay una irresponsabilidad que se convierte en delito. No podía hacer las dos cosas al mismo tiempo. En 2013 ya era funcionario público. Hay un grave incumplimiento a sus tareas. ¿Cómo hacía para estar en los dos lugares a la vez?”, se preguntó.
Y pidió que fuera condenado a un año y seis meses de prisión condicional y a tres de inhabilitación para ejercer cargos públicos. Consideró que no hubo adulteración de firmas ni se falseó documentación, por lo que tampoco acusó a Marquetti. Ante esto, Diego Molina Franco, defensor de Marquetti, se adhirió al pedido del fiscal.
Ricardo Fanlo y Horacio Monteros, defensores de Neufeld, por su parte, solicitaron la prescripción de la acción penal por el tiempo transcurrido, y afirmaron que no hubo ilícito. “Esto debería haberse resuelto con actuaciones administrativas. Ellos son empleados ejemplares. Hubo un incumplimiento en lo de haber ido al gimnasio, pero no es un tema del fuero penal del Poder Judicial”, aseguró Fanlo.
Y afirmó que contra su cliente “hubo un avasallamiento de la fiscal Giannoni y de la prensa”. “La acusación es endeble, no tiene sustento”, dijo. Antes del fallo, Neufeld tomó la palabra y afirmó que la causa le trajo múltiples problemas. “En ningún momento le fallé al Poder Judicial. Desde el primer día hice mis tareas con eficacia”, afirmó.
Sin embargo, a la hora del fallo el juez Fabián Fradejas advirtió irregularidades ya que, dijo, el fiscal pidió pena por un delito que no estaba siendo juzgado (el incumplimiento de los deberes de funcionario público desde que, según el fiscal, a Neufeld no ascendieron), para lo cual deberían haberse producido nuevas pruebas.
“El requerimiento de elevación a juicio tiene muchas falencias. Nada de lo que se dijo se probó. Realmente la acusación deja mucho que desear”, afirmó el camarista, quien no pudo, justamente por esto, dar un fallo terminante. Absolvió a los acusados de los delitos que no habían podido ser probados, y advirtió al fiscal de Cámara que si quería acusar por un nuevo ilícito, cosa que no había hecho durante estas audiencias, se debería realizar un nuevo juicio.
Así, por el momento, tanto Neufeld como Marquetti podrán seguir con su trabajo en Tribunales, y habrá que esperar para saber si tanto la defensa como el fiscal deciden ir en Casación contra el fallo.