Leandro Feldick, uno de los alumnos misioneros que viajaban en el micro accidentado en la localidad brasileña de San Luis Gonzaga, denunció una serie de irregularidades que cometió el chofer y que tenía el colectivo en el que después morirían tres chicas. El joven viajaba en el segundo piso, en el asiento del frente, y fue un testigo de primera mano que permitió conocer las malas condiciones del viaje en general.
“Veníamos con miedo por las maniobras que hacía el chofer en la ruta. Por el exceso de velocidad y las mala condiciones que tenía la ruta. Ellos habían efectuado el cambio en Santo Tomé y salimos de ahí 10:20. Dos horas después ocurrió el accidente”, contó el joven en diálogo con TN.
Pero no sólo eso. Leandro dijo que la elección de la ruta BR 285 no estaba estipulada en un principio. Aseguró que el camino elegido era otro y que por una decisión arbitraria del chofer que a la postre volcaría. “Con la empresa ya habíamos acordado que era otro camino. Cruzábamos la frontera por Yrigoyen, Misiones. El chofer a última hora se negó a ir por la ruta acordada y que iba por Santo Tomé porque estaba acostumbrado. Confiamos en el chofer y en su trabajo”, agregó.
Reveló, además, que la capacidad del colectivo fue sobrepasada. “Había cinco chicos parados. No tenían asientos. La capacidad del micro estaba excedida. Se subieron en Oberá, pagaron lo mismo y estaban disconformes al igual que nosotros porque estábamos amontonados”, detalló el joven quien dio cuenta de otro aspecto de una gravedad aún más importante. “Las butacas de arriba no tenían cinturones de seguridad. Yo fui el único de adelante que no le pasó nada. El colectivo me tumbó para todos lados. La coordinadora que murió estaba detrás mío“, agregó. Otro de los detalles que resaltó Leandro es que el sistema eléctrico del vehículo no funcionaba. “Cada vez que agarraba un pozo, saltaba todo y la luz se apagaba”, sentenció.
Entre otros temas, remarcó que luego de hacer la parada en Santo Tomé, el conductor retrasó la salida por más de dos horas sin motivo aparente. “Llegamos a las 7:40 y salimos a las 10:20”, recordó el alumno, quien confirmó que al menos dos de los que viajaban tuvieron que ser amputados, mientras que una de sus compañeras sufrió una fractura de coxis.