Tildan a su supervivencia de milagrosa. Está en muy buen estado. Un perro de rescate fue el encargado de encontrarlo.

Resistió. Sabía que varios metros arriba suyo estaba la vida. Sobre él habían piedras, tierra y oscuridad. Ulises entendió que alguna esperanza debía existir.

Cuatro días atrás una parte de Italia tembló. La gente no sabe cuando va a venir el desastre, pero los animales tienen un sentido extra que les indica que el terremoto se acerca. Buscan refugio. A Ulises, un perro que vive en Norcia, epicentro del último sismo en la península italiana, no le alcanzó el tiempo. Todo un edificio cayó sobre él. Pero previsor, había hallado un hueco donde esconderse.

Tras ser descubierto, se asoma una pata de Ulises. 

Le quedó el aire justo para respirar. Y aguantar. La gente grita pidiendo ayuda. Los animales ni siquiera eso. Dos días después del terremoto, las cuadrillas seguían buscando sobrevivientes. ¿Que vida podía haber debajo de ese edificio derrumbado? Siempre hay una posibilidad.

Ulises es rescatado. Vuelve a ver la luz. 

Los rescatistas iban acompañados de un perro de búsqueda. Y entre ellos se entienden. El animal se detuvo en un punto en medio de los escombros. No quería moverse de allí. Los hombres entendieron que algo había debajo. Empezaron a retirar piedras y tierra con las manos. Sintieron un tenue lamento.

Los hombres empezaron a trabajar con más bríos y asomó una pata que se movía desesperadamente. Debajo estaba Ulises. Desde ese instante, el perro milagro del terremoto. Una esperanza debía existir. Y él se aferró a ella.

  Ulises toma agua después de dos días. Nueva vida.

Ulises fue trasladado en una ambulancia de la Protección Animal hasta una clínica veterinaria en la ciudad de Rieti, en el centro de Italia. A dos días de haberlo extraído debajo de los escombros, Ulises está bien. La Clínica donde está internado emitió un comunicado: “Ulises come y no tiene heridas ni fracturas. Todos sus valores son normales. El único problema es que sigue muy asustado“.

Los socorristas de Norcia han rescatado y curado a 69 animales entre perros y gatos. Los veterinarios, los voluntarios y la Guardia de Protección animal, siguen operando todavía en los pueblos de Norcia, Visso, Camerino y Teramano. También han distribuido alimentos para animales, antiparasitarios y medicamentos. Se atendieron 300 mascotas entre perros, gatos, tortugas y pájaros.

Ulises es la mayor historia entre 31. Esa es la cantidad de animales que fueron rescatados con vida de debajo de los escombros. La propia dirección de bomberos contó: “Hemos logrado encontrar a muchos animales escapados que ya están con sus familias. También de muchos que habían quedado atrapados en casas que corrían el peligro de derrumbarse. Con el permiso de los propietarios hemos entrado en muchos domicilios para salvar a los animales”.

En un caso, en Norcia, los bomberos, con la directa autorización de los dueños del lugar, destruyeron literalmente un estacionamiento subterráneo para salvar a un gato que pasó dos días a oscuras, sin agua ni alimento. Amor animal.

Ulises hoy. Está muy bien pero no perdió el miedo. Le llevará tiempo.

En la mitología griega, Ulises era el esposo de Penélope. Un héroe al que el tiempo lo castigaba, pero él lo soportaba. Un día debió marchar de su casa y su familia lo esperó veinte años. Durante diez de ellos estuvo luchando en la guerra de Troya y los otros diez intentando regresar a Ítaca donde vivía. Murió de muy viejo, derrotando al tiempo.

Otro Ulises, un perro de Norcia, en Italia, también supo esperar. Con paciencia. Al ser rescatado no sólo derrotó al tiempo. También venció a la muerte…

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