El ataque a tiros a una vivienda en el este tucumano, una estrepitosa huida y un accidente fatal fueron suficientes para dejar al descubierto una posible batalla narco en la provincia. Una noticia que movilizó a la Policía y puso en jaque a varios sospechosos de estar vinculados a la comercialización de drogas. Villa 9 de Julio volvió a quedar en el centro de las miradas de los investigadores.
Todo comenzó el domingo en la madrugada. Un Ford Focus blanco se detuvo al frente de una vivienda de El Chañar. Uno de los ocupantes descendió del vehículo y realizó una veintena de disparos en contra de la casa de Miguel Antonio Bustos, que tiene una causa por drogas abierta en Santiago del Estero.
Los atacantes, según la investigación realizada por personal de la Unidad Regional Este, al mando de los comisarios Juan Pablo Gómez y Carlos Ruiz, huyeron por la ruta 304. Al parecer, en el camino se toparon con una camioneta de Gendarmería Nacional que podría haberlos asustado. Aceleraron y después de recorrer más de un kilómetro y medio terminaron estrellándose contra un árbol.
Por el choque, salió despedido y murió en el acto David Eduardo Betancourt (44). Otro de los ocupantes del auto, Enzo Maximiliano Ale (33) fue trasladado al hospital Padilla. Trascendió que en el auto podrían haber circulado otras tres personas, pero habrían escapado luego del accidente.
Mientras investigaban las razones del percance, Bustos se presentó en la comisaría de El Chañar para denunciar el ataque. Por esa razón inspeccionaron el vehículo siniestrado. Encontraron una pistola ametralladora. Una comisión se dirigió al hospital para demorar al herido. Allí identificaron al joven y al solicitar datos, descubrieron que había sido condenado por una causa de drogas junto a su madre, Nilda “La Cabezona” Gómez. Betancourt, en cambio, tendría antecedentes por robo.
El caso quedó en manos del fiscal Diego López Ávila. Ordenó las primeras medidas y después tomó otras. Por ejemplo, ayer se realizó un allanamiento en la casa de Alderetes de Ale. No se encontraron armas, pero sí se secuestraron varios celulares que serán peritados.
Hasta el momento, según confirmaron fuentes judiciales, los investigadores están manejando tres líneas de investigación:
1- Los sospechosos se presentaron en la casa de Bustos para cometer un robo. Algo salió mal porque a pesar de tener una pistola ametralladora, no pudieron reducir a la víctima.
2- Los atacantes podrían haber intentado secuestrar al dueño de casa a cambio de una suma de dinero o por drogas.
3- La balacera se podría haber producido por una cuestión vinculada al tráfico de sustancias.
En una audiencia que se realizó ayer, el auxiliar Leandro Nader, siguiendo las instrucciones de López Ávila, logró que se le dictara la prisión preventiva por un mes. Fue acusado de portación ilegítima de arma de guerra y abuso de arma de fuego.
Además, el fiscal envió copias del expediente a la fiscalía de Graves Atentados contra las Personas, que conduce Diego Hevia, y a la de Narcomenudeo, que conduce José Sanjuán. Esto es una prueba de que no se habría tratado de un intento de robo.
Ale es conocido en el ambiente como un hombre violento. En julio de 2018, cuando se realizó el operativo en el que cayó la banda de su madre, disparó contra los efectivos de Drogas Peligrosas de la Policía Federal cuando irrumpieron en su vivienda para detenerlo. En marzo de 2020 fue condenado por haber sido encontrado culpable de haber sido el responsable de comercializar y hacer tareas de cobranzas de la organización. En diciembre, cuando ya estaba en libertad, fue procesado por otro violento hecho: atacó a balazos a un hombre que sería líder de una red de narcomenudeo en Alderetes..
Betancourt es uno de los miembros históricos de “La banda de la Gruta”, una organización delictiva oriunda de Villa 9 de Julio que se especializaba en cometer delitos contra la propiedad. El caso más reconocido se registró en julio de 2009. El grupo se apoderó de una mochila con U$S 50.000 que traía un joven que acababa de llegar de Buenos Aires. Varios de sus miembros fueron procesados, pero nunca se supo si fueron condenados por este hecho.
Lo que sí surgió en esta investigación es que varios de ellos, con el correr de los años y posiblemente con el dinero que consiguieron en ese atraco, podrían haberse volcado al narcomenudeo, actividad que en ese entonces comenzaba a crecer a pasos agigantados. Entre otros imputados aparecen:
– Sergio “Bachicha” Marchisio: está cumpliendo cadena perpetua desde 2020 por el femicidio de María de los Ángeles Carrizo, ocurrido en junio de 2017 en el barrio Experimental II, de Las Talitas. En su momento fue investigado por la comercialización de sustancias.
– Raúl Enrique “El Chavo” Carrión: fue detenido y procesado por el asalto del aeropuerto. También quedó detenido años después, al haberle encontrado droga en su poder que habría tenido destino de comercialización. Es considerado como uno de los referentes del clan Carrión, que mantiene un histórico enfrentamiento con los Toro. En algunas investigaciones surgieron algunos vínculos con Miguel “Miguelón” Figueroa, el supuesto narco que fue condenado recientemente a dos cadenas perpetuas por tres crímenes.
– Marcos “Manzanita” Almirón: fue condenado por el crimen de Gonzalo Figueroa, el hermano de “Miguelón”, y por el que se cometieron tres homicidios. Uno de ellos, conocido como “La masacre de la Porotiada”, se registró en Blas Parera al 500, donde está ubicada la gruta con que se bautizó al grupo de acusados de varios asaltos.
“Lo que pasó en El Chañar fue un hecho muy grave que no vamos a tolerar. Todos estos delincuentes van a terminar en la cárcel”, aseguró el jefe de Policía, Joaquín Girveau. El titular de la fuerza consideró que el caso está vinculado a cuestiones de drogas. “Todos los protagonistas tienen antecedentes y, si bien estamos en plena investigación, vamos a ir a buscarlos para que acaben con su accionar”, destacó. “No vamos a permitir, con la ayuda de la Justicia, que se apoderen de las calles. Vamos a intervenir directamente en Villa 9 de Julio con operativos y presencia”, finalizó
El FMK-3 es un subfusil argentino de fuego selectivo, diseñado por Fabricaciones Militares en 1974. Es un arma calibre 9 mm, con una cadencia de tiro de 650 disparos por minuto. Hay disponibles cargadores de 25 (los disparos que hicieron en la casa de la víctima del ataque), 32 y 40 balas. No es la primera vez que la fuerza secuestra una pistola de estas características. En septiembre de 2018, en un allanamiento realizado a un allegado al clan Toro, la Policía encontró un FMK3 y dos cargadores con capacidad para 40 proyectiles cada uno. /La Gaceta