Desde que la película Relatos Salvajes se estrenó en 2014, la gran mayoría de los episodios de violencia callejera que toman estado público terminan asociados a las ya emblemáticas escenas del filme donde situaciones de tensión de la vida cotidiana son llevadas al extremo.
Este otro de esos casos. La escena tuvo lugar en el barrio porteño de Villa Urquiza el pasado viernes, y fue protagonizada por un hombre que perdió los estribos al advertir que un auto azul se encontraba estacionado en lo que parece ser la entrada de su garage.
Las imágenes, retratadas por un vecino que estaba en un departamento del otro lado de la calle, muestran cómo el hombre se dirige hacia el auto y sin dudar un instante comienza a patear las distintas puertas y el espejo retrovisor.
Luego de realizar estas abolladuras, procedió a rayar el auto con lo que parece ser una llave. Además de trazar líneas verticales y horizontales, también “talló” el símbolo de “prohibido estacionar” en el capot.
fuente: infobae