José López, el ex funcionario condenado por el escándalo de los bolsos en el convento, recuperó su libertad anoche luego de pasar más de cinco años detenido. Hay tres personas que fueron determinantes porque ofrecieron sus bienes para cubrir la caución personal que había fijado la Justicia: $ 14.500.000.
Los tres fiadores son Martín Enrique Zamora, transportista de Tandil, Victor Manuel Pedraza, ex funcionario del Instituto de la Vivienda de Santa Cruz, y Juan José Oscar Rivero, un contador que vive en la provincia de Tucumán.
Esta semana, los tres participaron de una audiencia por zoom con los jueces del Tribunal Oral Federal 1, José Michilini, Adrián Grümberg y Ricardo Basílico. A partir de ahora deberán responder con sus bienes si López no cumple con las condiciones impuestas por los magistrados.
La “fianza” para que López obtuviera la libertad condicional fue motivo de una puja dentro de la Justicia que duró seis meses. Inicialmente era de $85 millones. La Sala II de la Cámara de Casación primero la bajó a $48 millones y luego a $14,5 millones.
El ex secretario de Obras Públicas del kirchnerismo seguía sosteniendo que no tenía suficiente dinero para afrontar esa caución por lo que terminaron aparecieron los tres fiadores.
Victor Manuel Pedraza (60) se presentó ante la Justicia como jubilado, aunque en los registros comerciales aparece como monotributista, dedicado al “asesoramiento, dirección y gestión empresarial”. Su relación con López se remonta al menos a dos décadas atrás, cuando ambos trabajaban en el Instituto de Desarrollo Urbano y Vivienda de Santa Cruz.
López había ingresado a ese organismo en 1994 y se mantuvo como presidente hasta 2003. Hay resoluciones oficiales publicadas en el Boletín Oficial de 2002 firmadas por López y Pedraza, quien aparecía como “Director de Financiera”. También figuraba el primo del ex presidente, Carlos Santiago Kirchner, por ese entonces vocal en representación del Poder Ejecutivo.
El segundo fiador es Martín Enrique Zamora (55), un comerciante de la ciudad de Tandil. Ante la Justicia dijo que trabaja como transportista. Sin embargo, en los registros comerciales consultados por este medio también aparece como empleado de la empresa Cagnoli desde 2007.
El tercer fiador es Juan José Oscar Rivero (65), un contador radicado en Tucumán, la provincia natal de López y donde siempre quiso postularse como gobernador. Rivero trabaja hace más de una década para el Ministerio de Desarrollo Social provincial. Antes tuvo otros trabajos que dependían del Estado.
López fue detenido en junio de 2016. Primero estuvo en Ezeiza, luego pasó a una dependencia policial en el barrio de Palermo, y más tarde en una casa ubicada dentro del predio de la cárcel de Marcos Paz.
En 2019, el TOF 1 lo condenó a seis años de prisión por enriquecimiento ilícito, la máxima para ese delito. En ese juicio también fueron condenados los empresarios Andrés Enrique Galera y a Eduardo Ramón Gutiérrez, por la casa del Dique Luján, en Tigre, y su ex esposa, María Amalia Díaz.
La pena para López se amplió luego a 7 años y medio por el arma que llevaba aquella madrugada. Pero hace tiempo que había cumplido las dos terceras partes de la condena y podía acceder a la libertad condicional. Luego de varias apelaciones, la novela judicial se terminó ayer.
López recuperó su libertad aunque todavía enfrenta varias causas judiciales que lo podrían regresar a la cárcel. Actualmente está siendo juzgado en el juicio de la obra pública entregada a Lázaro Báez en Santa Cruz, donde la vicepresidenta está en el banquillo de los acusados. Además espera un juicio por la causa “Sueños Compartidos”, donde fue uno de los actores protagónicos, y está siendo investigado en la causa del soterramiento del ferrocarril Sarmiento, donde se trata de determinar si la empresa brasileña Odebrecht pagó coimas a los ex funcionarios involucrados en el millonario contrato.
El ex secretario de Obras Públicas también integra la lista de “arrepentidos” por el escándalo del Caso Cuadernos. En ese expediente dijo que la plata de los bolsos se la había entregado un ex secretario de Cristina Kirchner, Fabián Gutiérrez. Los jueces que lo condenaron no le creyeron: dijeron que lo había inventado para beneficiarse y que el dinero era suyo.
López ahora seguirá bajo custodia del Programa de Protección de Testigos e Imputados Colaboradores, que depende del viceministro de Justicia de la Nación, Juan Martín Mena. Quien fuera su jefa política, Cristina Kirchner, llegó a decir que lo odió “como pocas cosas en su vida”.
fuente: infobae