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Un kilogramo de salame cuesta entre $800 y $1.000, uno de queso de $700 a $960 y un kilo de mortadela alcanza los $600. No están muy lejos de un kilogramo de bifes de novillo, que vale entre $700 y $800. El jamón crudo pasó a ser un producto de lujo: vale 2.800 el kilo. Todo sube, todo está más caro.

El precio de los quesos y de los fiambres registra este mes aumentos que rondan entre el 8 y el 10%, de manera tal que un kilogramo de queso ronda los $500 de una marca económica y en los fiambres según el tipo de embutido y su marca, el kilogramo en algunos casos supera los $3.000 en los cortes más finos.

Los precios no se detienen

“Estamos viendo un aumento de precios que no se detiene, durante todo abril hemos tenido incrementos permanentes. Por ejemplo, ahora ha aumentado el queso tybo para sándwich uno de primera marca está en $960 el kilogramo y uno económico en $680, cuando estaban entre un 6 y 10% menos. Lo mismo pasa con el cremoso de primera marca está en $800 el kilogramo y la alternativa económica en $500 cuando la teníamos en $450”, señaló Juan, el encargado de compras de un supermercado local.

Supermercados

En las grandes cadenas de supermercados, los precios promedio para los quesos blandos como el cremoso, arrancan en versiones económicas desde los $450 a $500 por kilogramo. En el caso de los quesos en feta, el kilogramo cuesta desde los $600 los más económicos hasta casi el doble, en $1.100 en el caso de las primeras marcas.

En el caso de los embutidos, Alberto, encargado de un autoservicio de la zona sur, señaló que “todos los fiambres han subido un 8% promedio en abril, con aumentos que son semanales”. Agregó por ejemplo que “el caso más fuerte de aumento es el del salame, que es el caballito de batallas de los negocios chicos y de las fiambrerías, que ha subido hasta los $800 a $1.000 por kilogramo según la marca, cuando antes la gente compraba con $100 al menos 150 o 200 gramos”.

El jamón crudo

“Hay fiambres que ya se han vuelto prohibitivos por el precio como la bondiola o el jamón crudo. En el caso de la bondiola llega hasta los $1.600 el kilogramo y el jamón crudo va de $2.500 hasta los $3.200 según la marca. El jamón cocido está casi como el salame entre los $800 a $1.000 por kilogramo”.

En tanto, en los supermercados y en las grandes cadenas, los precios de cortes como el jamón cocido en sus versiones más económicas y en muchos casos de marca propia, arranca desde los $740 el kilogramo, aunque puede llegar hasta los $1.100 en el caso del mismo embutido, pero en primeras marcas.

A su vez, el jamón crudo muestra precios que van desde los $2.890 hasta los $3.000 por kilogramo de acuerdo con su calidad y marca.

La mortadela a $600 por kilogramo

Así como el precio del salame de milán tuvo un incremento en su valor que llevó su precio hasta los $800 a los $1.200 en el caso de las primeras marcas, otros embutidos como los salamines, el salchichón primavera o la mortadela, también sufrieron reajustes en sus precios. De esta forma, el kilogramo de salamines picado fino o grueso, tienen un costo por encima de los $1.000 el kilogramo, el salchichón primavera a su vez, cuesta según la marca entre los $480 a $580 por kilogramo. En el caso de la mortadela feteada, el kilogramo según la calidad y marca va desde los $430 hasta los $600.

 

 

fuente: elliberal

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