Si bien la historia tuvo un final feliz, no fue nada graciosa, por los peligro que abundan en las calles y el calor sofocante que reina en la ciudad. Esta mañana, la policía encontró a un niño de 4 años que deambulaba perdido por la vereda de la calle Mendoza al 1.900, del barrio Villa Luján. Como no paraba de llorar, lo llevaron a la comisaría.
Los uniformados, pertenecientes a la seccional 7°, realizaban recorridos preventivos por dicha arteria cuando de repente observaron al niño llorando, abandonado.
El niño lloraba sin parar en la vereda, descalzo y vestido con una remerita y un pañal.
Los policías se acercaron y trataron de preguntarle dónde vivía pero el chico no dejaba de llorar. Entonces recurrieron a los vecinos quienes le dijeron que vivía en esa cuadra pero al parecer no había nadie en la casa.
Los policías se lo llevaron a la comisaría entonces.
Una fuente les informó que el padre trabajaba en una panadería pero no lo pudieron ubicar ya que el hombre se hallaba haciendo repartos en la zona. Pero de tanto insistir dieron con el padre quien se sorprendió por la situación ya que había dejado al niño al cuidado de su madre.
Fuentes policiales indicaron que su madre, al parecer tuvo que salir de urgencia y no se dio cuenta que había dejado la puerta de la casa abierta.