El vocero presidencial, Manuel Adorni, afirmó que hubo hechos de violencia para impedir que la gente llegue a sus lugares de trabajo. Afirmó que desde que asumió Milei hubo “más paros que leyes”.
El Gobierno nacional rechazó hoy el paro general que lleva adelante la CGT, el segundo desde la asunción de Javier Milei en diciembre pasado, y aseguró que hubo hechos de violencia para impedir que los empleados lleguen a sus lugares de trabajo. Además, habló de dirigentes gremiales “que hace 40 años que viven del esfuerzo de los demás” y afirmó que la gestión actual tiene “más paros que leyes” sancionadas.
“Es un paro absolutamente inentendible si es que uno busca buscarle una explicación por fuera de que es un paro político. Un paro a base de piedrazos, a base de extorsión y amenazas no es un paro, es simplemente un día donde vemos la consecuencia de un esquema sindical que claramente ha quedado en otro tiempo”, afirmó el vocero presidencial, Manuel Adorni, durante su habitual conferencia de prensa en la Casa Rosada.
El funcionario afirmó que “hubo esquinas donde los colectiveros fueron agredidos a piedrazos y pincharon neumáticos con clavos”, y dijo que “hubo fuerzas de choque del sindicato de Camioneros evitando que los trabajadores puedan ingresar a las fábricas en Pacheco, Mataderos y San Martín”.
“Qué difícil medir el acatamiento cuando no te dejan llegar al lugar de trabajo y además juegan con el miedo de la gente y de los empresarios a través de la violencia y del amedrentamiento”, añadió.
Adorni comenzó su conferencia de prensa agradeciendo “a todos los argentinos que desde muy temprano como ustedes y como yo están trabajando, entre ellos a los trabajadores de colectivos, de Fly Bondi, los policías, los médicos, los trabajadores rurales, comerciantes, freelance, docentes particulares, monotributistas y cuentapropistas que se ganan su día trabajando como corresponde”.
Asimismo, afirmó que hasta esta mañana habían recibido 1.932 llamados a la línea 134, el sistema habilitado para denunciar extorsiones por parte de gremios y organizaciones sociales.
Antes de las pregunas, el vocero dedicó un extenso párrafo para criticar a los dirigentes sindicales: “Son expresiones de personas que hacen 20, 30 o 40 años viven del esfuerzo de los demás y no del esfuerzo propio. Hay por ejemplo algunos de ellos que están hace 30 años en le poder. Hay uno que fue menemista, kirchnerista de Néstor, kirchnerista de Cristina, peronista del peronismo de turno. Y hoy, mientras que un millón de trabajadores quedan varados por el paro de su gremio, él se mueve en un Audi A5″.
“Hay otro que es líder gremial desde 1992 que dijo: ‘Durante los 4 años de Alberto Fernández, jamás hubo un proyecto en contra de los trabajadores’. Recordarle a esta persona que Alberto Fenrández dejó el poder con la mitad del país pobre, con el 55% de los trabajadores en negro y uno de los peores salarios del continente. Incluso tenemos uno de todos estos personaes que amenazó al ministro Caputo con tirarlo al Riachuelo. Estos son claramente los personales que cercenaron el progreso de los argentinos durante los últimos 25 años por lo menos”, siguió Adorni.
Respecto a la continuidad de la relación con la CGT, el portavoz reiteró que el Gobierno está “abierto al diálogo con todos los sectores”, aunque dijo que no coinciden “en absolutamente nada con estos personajes”. “El diálogo va a estar siempre abierto, estamos para conversar con todos los sectores. Pero la verdad es que este Gobierno tuvo más paros que leyes, hacen todo lo posible para no avanzar en el sentido que votó la gente. Es raro, una situación exótica”, aseveró.El paro comenzó a las 0 de este jueves, y con el acatamiento de los gremios del transporte, se hizo sentir con fuerza en las primeras horas del día. Sin embargo, al menos en el AMBA, muchos comercios abrieron sus puertas con normalidad e, incluso, algunas líneas de colectivo funcionaban.
Tras ratificar que les descontarán el día a los empleados públicos que hayan adherido a la medida, Adorni ratificó que no habrá cambios en la intención de reforma laboral que impulsa el Gobierno a través de la Ley Bases.
“Creer que el sindicalismo tal como está ha sido un beneficio para los trabajadores es raro. Estás con un salario destruido, una informalidad récord, empresarios que hasta no hace mucho no querían contratar un empleado ni de casualidad. El sindicalismo, tal como lo conocemos, no tiene mucha razón de ser en términos de representar a los trabajadores. Ni hablar de otros detalles que se pueden discutir sobre cómo funciona el esquema sindical en Argentina”, sostuvo.