investigador

Convocado por una ONG ambiental, el destacado infectólogo Dr. Hugo Pizzi, junto a otros profesionales, fue llevado a recorrer lugares puntuales de San Miguel de Tucumán, donde detectaron la evidente contaminación que padece la provincia.

Al respecto, relató: “Fuimos citados desde Tucumán, para hacer estudios de contaminación en distintos lugares que ellos ya los tenían marcados y en el estudio están hechos, fundamentalmente en calles, bocacalles, inclusive recuerdo una que estaba frente a un colegio que era todo agua contaminada de efluentes cloacales y demás, y también se hizo un estudio a las afueras de Tucumán, del río Salí”.

Sobre el recorrido, recordó. “Nosotros éramos tres los que fuimos, más otras personas que nos llevaban, estaba presente una escribana también que en cada lugar levantaba un acta. Fue tanta la contaminación que nosotros vimos en el Salí que yo me descompuse, tuve que volver al vehículo que nos había llevado, porque no era únicamente el olor, sino que también había gases y era tremendo” y agregó “es ahí dónde está el problema”.

Incluso señaló luego: “No hay ninguna duda que la contaminación desde la ciudad llega al río, pero ahí hay otro componente que yo no vi, pero comentaron, que son fábricas que directamente tiran todo (sus desechos), incluso ingenios, que arrojan todo al río”.

“Es una cosa que a mí me dejó perplejo. Lo que a mí me pegó muy fuerte fue lo del río Salí, a la salida de Tucumán, en una zona en la que están haciendo un puente nuevo, me acuerdo que tuvimos que desviar, cerca de un pueblo, que era un olor insoportable”.

Acerca de las eventuales consecuencias de toda esta contaminación, el Dr. Pizzi detalló: “Va contaminando el agua, de pronto viene alguien se baña, o un pescador mete la mano después lleva la mano al ojo o a la boca, se rasca, y son bacterias que no hay con qué darles (por su alta resistencia a los antibióticos) y esa parte también es interesantísima de desarrollar”.

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