Se trata de Pedro Wasiejko, ex titular del gremio del neumático y segundo de Hugo Yasky en la CTA. Lo acusan de destinar millones de pesos del gremio a movilizaciones kirchneristas. El líder sindical prefirió pagar el acto político en lugar de los 3 meses atrasados en la obra social de los afiliados.
Cuando hace tres meses las nuevas autoridades del sindicato de los trabajadores del neumático asumieron el control del gremio luego de ganarle las elecciones a Pedro Wasiejko, segundo de Hugo Yasky en la CTA kirchnerista, no pudieron evitar la sorpresa que les produjo conocer el estado de las cuentas de la institución. Millones de pesos en pérdidas y deudas se combinaba con gastos lujosos, a la vez que se revelabanaportes monetarios a la campaña presidencial del kirchnerismo e incluso el alquiler de un camión para erigir el escenario del acto en Comodoro Py que marcó el regreso de la ex presidente Cristina Fernández al redil público el pasado abril. El sindicalismo ultrakirchnerista quedaba, de este modo, ligado al desvío de fondos de los trabajadores para la campaña electoral de la fuerza política de la ex presidente y el llamado “proyecto nacional y popular”.
“La misma noche en la que ganamos el sindicato, gente con capuchas se llevaron computadoras y archivos de la sede gremial para que evitemos el control de lo que había pasado”, contó Alejandro Crespo, nuevo secretario general del Sindicato Único de los Trabajadores del Neumático y Afines (SUTNA), miembro de la Lista Negra que lideraba la oposición al kirchnerismo y que le ganó las elecciones el 29 de abril pasado mediante un frente de varias agrupaciones referenciadas en el sindicalismo combativo.
“Con los materiales que encontramos, comenzamos a auditar y a notar irregularidades en el balance, cuando al mismo tiempo llegaban todos los días acreedores a querer cobrar cuentas impagas. Hay 19 millones de pesos que debemos pagar en forma inmediata. Se debían tres meses de las prestaciones de todos los trabajadores para la obra social, a la vez que nos encontramos con gastos políticos que no correspondían y mucho menos en una situación en la que no se paga la salud de los afiliados”, agregó el nuevo titular de los trabajadores neumáticos. Los sectores referenciados en la anterior conducción de Pedro Wasiejko contraatacaron las denuncias repudiando despidos que la nueva dirección sindical habría realizado en la obra social del gremio.
Crespo mostró facturas que evidencian el desvío de fondos sindicales para la campaña kirchnerista que impulsaba a Daniel Scioli como presidente a través del partido Propuesta Política de los Trabajadores (PPT), que lidera Wasiejko y que integra el frente Espacio Popular -núcleo duro del ultrakirchnerismo- junto a Aníbal Ibarra, el Partido Comunista, el Frente Grande y el Partido Humanista, entre otros.
“Mientras no pagaban los servicios médicos de los trabajadores, gastaban centenares de miles de pesos para llamar a votar a Scioli”, denunció Crespo. El sindicalista mostró también la solicitada a favor de las candidaturas de Daniel Scioli y Carlos Zannini publicada en el diarioPágina/12 en octubre del año pasado por la que se pagaron 250 mil pesos. El PPT también financió, a través del SUTNA, afiches para la campaña del actual intendente de Avellaneda Jorge Ferraresi, uno de los principales impulsores del Frente Ciudadano convocado por la ex presidente Cristina Fernández en su regreso a las lides políticas en el acto realizado el 13 de abril. Ese día, el sindicato entonces dirigido por Wasiejko pagó 27 mil pesos por un camión con pantalla LED para que la concurrencia pudiera ver a Cristina Fernández al momento de su discurso. También se compraron chombas para los miembros del partido PPT por 127 mil pesos. “Todo esto mientras la salud de los trabajadores tenía una deuda de 19 millones de pesos”, remarca Crespo.
Pedro Wasiejko, a pesar de no dirigir más el sindicato, sigue siendo secretario adjunto de Hugo Yasky en la CTA kirchnerista, a la vez que es secretario general de la Federación de Trabajadores de la Industria (FETIA), sello de la central K que agrupa a los obreros industriales del sector. Sin embargo, el núcleo concentrado de la rama se ubica en el SUTNA, que Wasiejko no dirige más. La sede de la FETIA se encuentra a la vuelta de la del SUTNA, en Carlos Calvo y Jujuy. “El edificio que pertenece a nuestro sindicato fue cedido por diez años gratuitamente a la FETIA en una operación irregular -explicó Crespo-. Por eso nuestros abogados ya intimaron a la FETIA a que desaloje el inmueble”. Según los registros contables, el SUTNA aportó 860 mil pesos a la FETIA en el último período sin mayores referencias respecto a tal monto de dinero.
Consultado sobre estas acusaciones, Wasiejko tildó a las nuevas autoridades de “mentirosas” y aseguró que el sindicato fue manejado “correctamente” durante su gestión. “Se ocupan de mentir y difamar y van a tener planteos judiciales, porque esto no va a ser gratis. Nuestro manejo fue totalmente transparente. Había una segunda vuelta y había que elegir entre Scioli y Zannini o Macri, y el sindicato apoyó esa posición. Dijimos que entre esas opciones era la que menos daño iba hacer a los trabajadores, como se comprueba con los hechos del gobierno de Macri. Para nada lo lamento. Esta gente, de luchadores no tienen nada, y aprovechan que llegaron a un sindicato que fue manejado correctamente y lo usan para hacer de colectora para su agrupación. Esta gente son unos reverendos mentirosos”. Waziejko negó, además, que haya pérdidas en su gestión y aseguró en un documento que la pérdida denunciada podría ser afrontada por los aportes que recibiría el sindicato a la hora de cobrar el aguinaldo por parte de las empresas. Admitió, sin embargo, el uso de los fondos sindicales para las actividades políticas en favor de Cristina Fernández.
Wasiejko se trasladaba en un Toyota Corola de alta gama modelo 2015 comprado por el sindicato. “Ya lo pusimos a la venta -indicó Crespo-. Claro que tenemos que movilizarnos, pero una conducción sindical no puede tener estos lujos alejados de la realidad de vida de los trabajadores del sindicato”. Las acusaciones de la nueva dirección gremial dan cuenta de cómo hasta el sector llamado de la “izquierda” kirchnerista podría haber usado de manera irregular los fondos que en realidad correspondían a los trabajadores.