“Las pelotas de Germán” | Las semipeatonales que invadieron las calles del centro capitalino no han cosechado más que reclamos y ocasionado que el tránsito, que ya era una pesadilla, se volviera un infierno.
Voces cercanas al intendente capitalino murmuraron por lo bajo que esta iniciativa fue admirada por Germán Alfaro en uno de sus viajes a Europa y que le pareció “una gran idea” aplicarla en un municipio donde hay necesidades de mayor urgencia.
Prioridades vs frivolidad
Parece ser que el análisis de prioridades no es el punto fuerte de Alfaro y mucho menos la planificación, porque se tomó la medida de instalar las semipeatonales y no se tuvo en cuenta el impacto negativo en el tráfico.
Tampoco se tuvo en cuenta lo más evidente: Tucumán no es Alemania. Aquí más de un pícaro ha tomado este espacio que es de todos como estacionamiento.
Vidas en riesgo
Un video enviado por uno de nuestros lectores a la redacción de Diario Cuarto Poder, muestra como una ambulancia quedó trabada en el tráfico de calle San Martín al 600.
Su paso se entorpece justamente por la presencia de la semipeatonal. La calzada se encuentra reducida al paso de un vehículo a la vez.
El hecho ocurrió esta mañana por San Martín al 600, entre la peatonal y calle Maipú. Seguramente no será ni el primero ni el último.
Esta situación se repite diariamente en las calles que han sido restringidas por esta iniciativa.
Los peatones que fueron consultados por este medio, en su mayoría aseguraron no utilizar esta semipeatonal y la razón más recurrente fue por seguridad.
Sostienen que muchos vehículos se adentran a este sector en forma intempestiva o en muchos casos obstaculizan con descargas fuera del horario correspondiente o motos estacionadas.
Sin autoridad ni poder de policía
Para controlar dicho espacio, Germán Alfaro creó la Agencia de Protección de Espacios Públicos.
Los nuevos agentes tienen la misión de recorrer las calles y paseos de la Capital para prevenir hechos vandálicos y concientizar a la población sobre la importancia de cuidar los espacios públicos.
Esta es la teoría, pero la práctica es que dichos agentes no pueden hacer multas, no pueden detener a nadie y cuando se les presenta una situación que los supera, no tienen ni radio para llamar a un agente de tránsito de verdad o a la grúa.
Intervención del Concejo Deliberante
La situación merece una análisis más profundo y la intervención del Concejo Deliberante capitalino, a fin de examinar una posible solución al problema de tráfico en la ciudad.
Por el momento podemos decir que lejos de mejorar la situación, “las pelotas de Germán” han sido un baldazo de nafta al incendio.