Florece la poesía | La antología virtual Primavera Poesías, compilada por Alejandra Burzac Sáenz, titular de la filial tucumana de la Sociedad Argentina de Escritores (SADE-Tucumán), vio la luz coincidiendo con el inicio de la primavera.
Poema
Del libro Entre versos y susurros
Ven a fortalecer
las fuerzas que nos unen
A conquistar
el trono de los dioses
Para extender nuestros linderos
hasta los brazos del deseo
en la cópula sagrada de la noche…
Ven con la energía
de los amores perdidos
y vivamos
en el laberinto del silencio
con entrega total
para yacer siempre
como un solo ser,
como un solo cuerpo…
Amadeo González Triviño
Garzón, Huila, Colombia
Gladiador
Siempre llegaba batido
con la piel del alma a cuestas,
terriblemente apedreado de mis luchas
y musitando una frase de Kepler.
Todos se habían ido,
solo el murmullo de gritos
persistían en el aire,
y mi sangre calada en la arena.
¡No es fácil capturar arreboles!
ni señalar el designio de las nubes,
ni marcar el compás al tiempo
de las rutas siderales.
Cuando te encontré,
sentada en el peldaño más alto
del foro romano,
tu nívea cara sonrió,
tu cabellera ocre ondulante
acompañó tu brazo invitándome,
sin cansancio,
llegué hasta ti.
José Onías Cuéllar Calderón (JOSIO)
Neiva, Huila, Colombia
El beso nos redime
Quiero ir al encuentro
y con un cántaro de vino
esperarte en la pradera del agua.
Por qué sé que en ese viaje alucinado
estaré cerca del cielo
Quiero situarme desnuda ante la isla de mi espejo
en ese instante
cuando tus ojos persuadan a mi cuerpo.
Hay una amenaza en el enigma
que aniquila aquella muerte impenetrable.
El eco es un canto de erotismo.
El beso se transforma en aleluya.
Cristina Pizzarro
Buenos Aires, Argentina
Hexagrama I. Chi´en. Lo creativo
Estás agazapada en el alma de la tierra
el agua riega tus semillas
brota un tallo nuevo
de esa siembra tibia
manifiestas tu deseo
esperas
permaneces quieta
tus ojos ven los retoños
cayendo del cielo.
Germina la v i d a.
Es un Tiempo feliz.
Cristina Pizzarro
Buenos Aires, Argentina
Poema
Pienso en tu espalda, tal vez encorvada por el
estudio,
y la siento un destino para mi mano
—transmisora y receptora de mensajes
desconocidos para nuestros labios—.
Creo que nuestros pasos deben encontrarse,
como se encuentran y desencuentran
nuestras almas,
desde hace tanto tiempo.
Fátima Osores
San Miguel de Tuc., Tucumán, Argentina
Golondrinas
Mamá canta y sonríe: golondrinas
de un solo verano…
Y perfuma el laurel, detiene el vuelo
un ángel que pasaba alborotado
con ansias constantes de un cielo lejano.
Madre canta, revuelve la comida
y agrega el azafrán.
Regresan en su voz las golondrinas.
Hilda Angélica García
San Fernando del Valle, Catamarca, Argentina
Jazmín
Aroma blanco invade mi recuerdo Madre
cuando te pienso.
Perfume de jazmín de patio viejo.
De casa vieja, nuestro nido.
Jazmín huelo entre tu pelo corto
en tu cuerpo rellenito
dentro de vestidos floreados.
En el aire… pedacitos de recuerdos.
Inhalo jazmines, blancos jazmines
llenándome de ti. Te huelo y vives
y sonríes, y ríes, y juegas.
Jazmines, blancos, memoria blanca
perfume Jazmín Madre.
Te ha atrapado,
y tomas vida en su aroma.
Alejandra Burzac Saenz
San Miguel de Tuc., Tucumán, Argentina
El beso
El dolor pasará
y nos reconstruiremos a tientas,
como ciegos en una noche eterna;
pero llenos de esperanza.
Veremos nacer la luz
y descubriremos nuestros rostros
despojados de neblinas.
Y a pesar de ello nos tocaremos,
para saber que no es un sueño,
y lo confirmaremos del todo
con un beso de ojos cerrados
y almas abiertas.
Manuel Rivas
Las Talitas, Tucumán
Misterio primaveral
Que misterio infinito!
anidan en mis manos,
cuando es Primavera!
El sol crece ante mis ojos
buscando el volar de los pájaros
en mis retinas,
despuntando claveles y orquídeas,
en la mansa cabellera de los sauces
que besan presurosas acequias.
Esto, de encontrarme,
en la mirada violeta
de los tarcos florecidos,
que mi alma renazca
Y no me duela,
si regreso al origen
de mi sombra
en las alas de una paloma.
Que misterio infinito
que me inunda…
Cuando es Primavera !
Liliana Vega
Jujuy, Argentina
Madrid o Buenos Aires
El asfalto goza de la trama de luz que dora su piel.
Un largo amanecer vuelve
con desafíos y enigmas cotidianos.
Una pareja camina de la mano,
entre ellos hay palabras,
y silencios cargados de sueños.
Paso a paso atraviesan
los rayos del sol que se derraman
sobre el puente entero.
Ellos sienten el calor,
se miran,
dicen algo,
se ríen…
Los faroles se van apagando,
avergonzados ante tanta luz.
Los arabescos de hierro reflejan
colores efímeros en su dureza.
Pájaros que suben y bajan y cantan
en el cielo rasguñado de nubes blancas y
plateadas.
Abanicos agitados se llevas todo rastro
nocturno.
El puente,
los faroles,
los rayos
y ellos.
¿Un instante? ¿Un encuentro?
Un milagro único
en el infinito paso del tiempo.
María Fernanda Macimiani
Tres de Febrero, Buenos Aires, Argentina.
Círculo
Ellas abren sus pétalos
como hijas del sol.
La sonrisa del rey las cubre
y a lo lejos
en el campanario
un dulce llamado
saluda al nuevo día.
Muchos serán los nacimientos
muchas las muertes
en el horizonte.
Vestidos nuevos
ondearán sin permiso
halos casi transparentes
derramando magia
y un círculo de tiempo
volverá cerrarse,
junto con ellas.
María Fernanda Macimiani
Tres de Febrero, Buenos Aires, Argentina
Tul de ilusión
Dedicado a: Ricardo Orlando chaparro (1926 – 1985)
JEHOVA ha plantado en mi pecho
un misterioso rosal
que a veces viste de blanco
y otras de púrpura real.
Sus pétalos son de seda
su perfume sin igual,
más crueles son las espinas
del misterioso rosal.
Llevar oculto en el alma
todo un infierno de amor
y que ni una chispa asome
de ese fuego al exterior.
Es libre el ave en los cielos
su amor
canta feliz, más,
yo no puedo ante el mundo
mi santo amor descubrir.
Verónica Chaparro
La Plata, Buenos Aires, Argentina
Renacer
Volver cada mañana
en el canto de las ánimas
en el latido de la savia
en la resurrección de los dioses
en la heredad de los nuestros.
Revertir el silencio
para amasar el pan
la piedra y el aire verdecido
los campos de trigales
con sus dedos extendidos
hacia el sol de los inviernos.
Después
esparcir a los vientos
el fruto de la tierra
la caligrafía del agua
que abre surcos en los montes
para bendecirla cargada de granos.
Otra vez mi geografía
Otra vez los ojos colgados de estrellas
que miran con las alas
abiertos al mundo nuevo
tantas veces dibujado.
Por qué no mañana
por qué no volver
después del silencio.
Hoy estoy tejiendo la trama
de un amanecer amarillo
para que el agua renovada de las lluvias
alimente la sed de esta madre tierra
despierte la memoria
la utopía de las calles
eternamente vestidas
y el bolsillo de sueños
se vuelva palomas de luz
sobre el hombre redimido.
Zulma Prina
Buenos Aires, Argentina
Sentir el amor
Del libro Cuando el amor en vertiente
Quiero sentir el amor
como el sol naciendo
como el sol fugándose en el horizonte
como la luna surgiendo
bergamota mandarina madura
desde la línea onírica del mar.
Quiero sentir el amor
embriagado de luna y de sol
y también
la lluvia diamantina
bañándonos
con la artesana frescura
del oleaje marino…
Quiero sentir tu cuerpo y el mío
como en el verano del trópico.
Quiero beber el deleite
…de amarnos.
Cecilia Glanzmann
Argentina
Amarnos
Del libro Cuando el amor es vertiente
Esto es ponerle rocío del alba
a los atardeceres
y esfumados de malvas encendidas
a los amaneceres
es como el reverso de un cuento
para este amarnos los dos
y decirnos te amo y te extraño
y te siento cerca
y qué buena tu ocurrencia y que se repita
y que haya ida y vuelta tan simplemente.
Esto es poner el rocío del alba
a los atardeceres
y sentir el beso de Dios
siempre renaciendo en uno
Solo doy gracias
a la Gracia del Amor en vos y yo…
y digo:
No es fácil el sendero humano en este
mundo
pero la Luz es tibia y salvífica caricia
para tus hijos, Señor.
Gracias por Tu Gracia
en nuestros años juntos.
(21 de septiembre, 1960-2020)
Cecilia Glanzmann
Argentina
Canción para quedarse
Quédate conmigo un instante
y descubrirás los secretos
del sol y de la lluvia
nos olvidaremos de todo
en esta fiesta tan larga tan extensa
así, así, principio y fin
de cara al cielo
abiertos al renacer que nos distingue
Quédate conmigo sin apuros
bienvenidos en el goce pleno
porque sí porque es necesario
sin soberbias sin prejuicios.
Quédate conmigo cimentando estrellas
misterios de uno mismo
haciendo presencia la distancia.
Quédate conmigo
susurrando los deseos como antes
como entonces cuando en la
ingenuidad
éramos descubridores eternos
y nuestros cuerpos regiones que poblar.
Quédate conmigo sin sobresaltos
sin huidas
reconociéndonos
buen día hasta mañana te necesito
estoy aquí
preguntando preguntándonos
por lo que somos
por lo que queremos ser
por esta luna anaranjada entre los pechos.
Quédate conmigo desnuda las escamas
el silencio
aún hay un sol para nosotros
buscarlo encenderlo aún se puede
Seamos suaves engendradores
un nosotros
aún se puede
si el aire que se respira huele
a cien mariposas de colores
y las ganas de construir
un océano verde
un bosque inmenso
Quédate conmigo que yo
yo aún puedo
y me quedaré contigo.
María Belén Alemán
Salta, Argentina
Algo químico hierve adentro
Del libro Gramática del tangram
Una loma bien verde
y esos días en que uno
está para enamorarse
cuando el aire inyecta
pájaros y madreselvas
el tiempo es una catarata
interminable
y algo químico hierve adentro
la voluntad a cero
y sólo miradas
sacándonos
de uno por vez
el ropaje del cuerpo
como hilachas de cebolla
mullidos en caída libre
la risa y el desgano
dejarse caer por la
pendiente
María Julia Druille
Buenos Aires, Argentina
Respiro
Gotas saladas
impregnan mi piel
La brisa me acaricia
con suavidad.
El mar me susurra
en su ritmo envolvente
Me detengo en el ahora
y me siento dichosa.
El presente es un instante
que el futuro no contamina.
La placidez humedece
mi ojos castaños
Siento que la felicidad
es un estado de conciencia
Respiro
con eso me basta.
Natacha Mell
Buenos Aires Argentina
Amor y Primavera
Nace la aurora resplandeciente
con tus luceros
cuando despiertas
muy rauda choca y empalidece
la suave brisa que pasa besa
tu tez ebúrnea en arrebol
un ruiseñor canta al despertarte
mi corazón es ése que canta y sueña
que solo anhela ser ruiseñor
enamorarla con sus gorjeos
y despertarla muy suavemente
abriendo a besos esos luceros…
Es primavera
todo es verdor
el aire trae aromas nuevos
magia y colores
también la flor
yo un estudiante igual que tú
apasionados por el amor…
Es primavera
es la estación
de la esperanza
Y la ilusión.
Julio César Haddad
San Miguel de Tuc., Tucumán, Argentina
¡Bienvenida primavera!
Voy a tomarme el pelo
con mi bonito moño azul
maquillaré mis mejillas
y de mamá usaré su “rouge”.
Abriré las ventanas
de par en par, invitaré a la brisa
a bailar un vals alegre
agarradita de un rayo de sol.
Le daré la bienvenida
a la esperada primavera
que trae miles de esperanzas
para un mundo mejor.
Con alelíes y rosas adornaré mi balcón
colgaré cintas doradas
que regalen luz brillante
a su alrededor.
Voy a tomarme el pelo
con mi bonito moño azul
y prenderé un broche de sueños
cerquita, muy cerquita
del corazón.
Mafalda Hernández
San Juan, Argentina
Multiplicando
De curioso nomás
me puse a multiplicar
si cuántos serían los días
que mi corazón latía
28267 desde abril del ‘43
digo que me vino pánico
luego me entré a serenar
si al fin los años pasaron
porque me debo asustar.
No soy viejo ni me siento
un joven de cuarenta
ando eso sí a paso lento
disfrutando del paisaje y
el recuerdo de otros tiempos.
Esa muchacha llegó
como una hermosa canción
que sin preguntarme nada
me acarició el corazón.
Carlos Monteros
Salta, Argentina
Interrogantes
A veces me pregunto
quien ha ensamblado en tus ojos
el candor de esa mirada
que cuando quiere indaga
que cargada de ternura llama
que misteriosamente se llena de luces
cuando una alegría te abraza
o si pretendes sujetar
el intento de una lágrima
tu mirada que resume
todos los cantos y las penas
que ocupan los espacios
de los laberintos escondidos
que te habitan el alma.
Carlos Monteros
Salta, Argentina
Al Comienzo y al final: “Solo Dios”
Cuando creemos que todo podemos solos.
Cuando engreídos por tantas cosas materiales.
Nos volvemos soberbios y arrogantes.
Cuando cerramos la puerta al que
necesita hablarnos. Porque nos creemos
superiores e importantes. Nos damos cuenta que
al Comienzo y al final “Solo Dios”.
Cuando lastimamos sin medir, cuando nos
olvidamos de quien nos tendió una mano.
Cuando en la abundancia nos olvidamos de
nuestro origen.
Cuando lucimos las zapatillas de marca y un
teléfono sofisticado en mano, nos hace
olvidar de escuchar a los abuelos, de saludar
a un anciano, de ayudar a cruzar la calle a
un discapacitado.
Cuando apurados le tiramos la moto
encima y nos reímos si los asustamos.
Nos damos cuenta que al comienzo y al
final “Sólo Dios”.
Cuando el daño, la maldad, la persecución hacia
el otro, nos hace creer que somos fuertes, nos
damos cuenta que al Comienzo y al final: ” Solo
Dios”. Ese Dios Poderoso, que no tiene Twitter,
Instagram, watsap, ni despacho.
No esperes que la vida te enseñe con dolor,
lo que pudiste hacer con amor, porque Al
Comienzo y al final: ” Solo está Dios”
Lucía Ramírez
Juan Bautista Alberdi, Tucumán
Sentir
Tus ojos evocan la ternura,
me pierdo en ellos,
admirando la luminiscencia
y el calor que transmiten.
Me rodeas en un abrazo
y el mundo desaparece,
tu perfume magnético
se impregna en mi piel.
Tus besos dulces y suaves
rozan mis labios,
y me transportan a otra dimensión
donde estamos solos tú y yo.
Buscas las más bellas flores
que nacen en la primavera,
me regalas una sonrisa
que maravillada me deja.
Eres mi rey, y yo tu reina
somos una sola alma,
con un inmenso amor
que nadie experimentó.
Emily Negri
Lules, Tucumán, Argentina
Aquella noche encantada
Cuando me abrazas
me recuesto en los recuerdos
mirando en azul lejanía
aquella noche encantada
de rocanrol, de música traviesa
y de nuestra alegría desenfrenada.
Estrellados tus ojos negros
cautivaron a los míos nocturnos
en una danza interminable
del amor por siempre
grabado en mí rebelde corazón.
La nostalgia no es tristeza
cuando los recuerdos
tienen calmas brillando en soledad
y aquella noche encantada
tiene tu rostro mí bella Dama.
Qué mejor entonces deambular
por los sucesos embrujados
que plenos nos envolvieron
con días soleados y noches estrelladas
haciendo temblar
las columnas del universo
aquella noche encantada
cuando liberamos nuestras historias
en ese caudal rumoroso
de abrazos, suspiros y espasmos
hasta el intenso beso
que nos dimos en la cálida madrugada.
Qué mejor entonces, mujer, sino recordar.
Gerónimo Humberto Juárez
San Miguel de Tuc., Tucumán, Argentina
Los enamorados
Cuando lo bese
me sentí en la luna
hasta vi, pajaritos
que revoloteaban por arriba de mi cabeza,
Mi cuerpo, temblaba,
y sudaba a la vez, al sentir las caricias
de sus manos, masculinas y fuertes.
Mi corazón me quemaba,
todo en mi era un fuego intenso.
Una lagrima de sus ojos cayó,
y con una caricia
de mis manos la seque,
él beso mi mano
y sentí, su amor
fue cuando supe que lo amaba.
Teresa González
Bella Vista, Tucumán, Argentina
Primavera
En su crisálida de hojarasca y nubes negras la
primavera sonríe y sueña
su trama de largas noches de frío se hizo lienzo,
sus lágrimas cristalinas óleo.
Anhela maquillar al moribundo invierno dibujar
el crepúsculo en su pálido rostro, un vergel en su
yermo pecho.
Ella guarda en sus entrañas las más bellas flores
que no pudieron plasmar Warhol, Monet, o Van
Gogh
Sueña… sueña la eterna primavera una lluvia de
azahares y lapachos formando una alfombra
en la vereda
Imagina que llega… despliega su bagaje y el
aire se puebla de golondrinas, de
romances, de aromas…
Y el inevitable recuerdo de tu sonrisa.
Luis Ibarra
Bella Vista, Tucumán, Argentina.
Tu mirada
Es una luz convocante
y me invita a recorrer
los espacios que domina.
Vuelo de un lugar a otro
me deslizo por momentos
como si fuera prohibido
por la cómplice mirilla
de una puerta fulgurante…
Voy aquí, voy allá…
un arco iris la detiene
me detiene
me trepo a su orilla morada
en puntas de pie la camino
de un salto
tu mirada me posa
en el azul de la paz interior.
Camino el celeste cielo
con dos zancos para ver más
el color verde de la vida
aparece radiante
como lo es la vida misma
lo recorro a cuatro pies
antes de llegar al extremo
lleno mis manos con el
y solo fuertemente
para que llegue a la Tierra
y árboles gigantes refresquen
y le permitan respirar.
Llegamos al amarillo luz
me encandila tanto
que lo cruzo casi flotando
saboreando su miel.
Tu mirada me detiene
y me hace descubrir
el anaranjado arco
por donde me desplazo
y tu mirada me obliga
a quedarme quieta
y solamente contemplar
ese color mágico…
Por fin tus ojos dirigen
tu mirar al color rojo
y yo quiero confundirme
yo quiero enloquecer
deseo cargues en tus brazos
este cuerpo con urgencia
y viajemos los dos juntos
por este color del deseo
de la pasión de los besos
del amor y el desenfreno.
Maje
Carmen Heredia
San Miguel de Tucumán, Argentina
Es la primavera
Del libro: Complicidades
Breve es el tiempo…
El verano con su sol de fuego,
el otoño con sus hojas de oro,
el invierno y su crudo frío…
Todo pasa…y rápido.
Ahora, el aire ya no es el mismo.
El verde opaco y tristón,
y la desnudez de los árboles
comienzan a pintarse
de vivos e intensos verdes
en todos sus matices.
Sólo unos días, así, casi indefinidos…
De golpe, aquello que fue un anuncio,
es un estallido de olores y colores,
de vuelo de plumajes y trinos alocados.
Como si un cónclave de músicos y pintores
hubiesen creado infinitas melodías
y lanzado pinceladas de alegría
por doquier…
¡Ya no es un preludio! Se la oye
crecer…
¡Es la avasallante primavera!
Cristina Nelly Agüero
Santiago del Estero, Argentina
Milagro
Pinta, pinta, pintorcita con lápiz o pincel, con
acuarela o paleta antes del anochecer.
En tu carita de rosa, se dibuja una sonrisa, y tus
manos, cual palomas se posan
Sobre la tela aleteando con placer.
Titubeas un poquito y miras al cerro encender
con los colores del fuego
este bello atardecer
y de pronto tus ojitos, como granos de café, se
convierten en mariposas de pupila color miel.
Sigue con tu obra pintora con colores del paisaje
Que te regalan las flores como por arte magia.
El aire se te ilumina con estrellas
tempraneras y te obligan a colorear
Más a prisa pues ya la noche llega.
Tu pelo negro se azula y la brisa lo abanica
cuando un suspiro
En el aire te avisa que tu obra de arte
termina.
María Del Carmen Ibarra
San Miguel de Tuc., Tucumán, Argentina
Complaciente
Me complace tu mirada serena
tu perfil complicado
tu voz que me conquista cada mañana.
Me complace amarte
aquí y ahora
sin preámbulos ni metodologías.
solo amarte.
Me complace tu soledad acompasada
y tu inteligencia
que le cierra el paso a la incoherencia.
Me complace mirarte
mientras compartimos un café
y me cuentas cosas tuyas
y besas mis labios
cuando respondo cosas mías.
Somos complacientes amantes sin
tiempo concreto,
somos lo que ven
somos lo que vemos.
Me complace mirarte
y en actitud de entrega
abrazarte.
Me complace tu vida
tus sueños
tus ganas.
Me complace reír contigo
llorar contigo
bailar contigo.
porque me complace tu mirada serena
que me observa en las mañanas
y tu voz
diciéndome te amo….me complace
Stella Maris Quiroga
San Miguel de Tuc,. Tucumán. Argentina
Transición
Invadía al aire un frío,
un frío que helaba el alma.
El vidrio de la ventana
de mi cuarto se empañaba…
El invierno llegaba
sin piedad, sin tolerancia,
dejando las calles vacías
con sabor a nostalgia.
Las noches se arrimaban
con premura,
tan oscuras…tan frías;
todo amanecía con escarcha.
El tiempo lentamente pasaba,
los días se tornaban grises
y en la soledad de mi cuarto,
extrañaba los días felices…
¡Por fin un día!
Las horas mustias se marchaban…
Adolfo César Marcello
San Miguel de Tuc., Tucumán, Argentina
Primavera
Estación de las flores,
estación del amor.
Renace la esperanza,
despierta la ilusión.
Nuevos brotes en las ramas
de mi corazón.
Transito sin apuro
calles perfumadas con aromas
a azahares, violetas y jazmín.
El jardín de mi alma
se tiñó de carmín
de amapolas y rosas
donde trenzan mis sueños
mis mejores anhelos
Y sonrío a la vida
que vibra cascabeles
de alegrías y ensueños.
María Eugenia Soria Grellet
San Miguel de Tuc., Tucumán, Argentina
Vos y mi necesidad
Se en mi historia inesperada: un suspiro.
Allí, juntó a los ríos de nuestras palabras, mis
ansias se tornan torbellinos de esperanzas.
Me urge en el respirar una letanía del saber de
vos.
Me invades ¡Oh flor de los desiertos! Cómo
tréboles apacible en mi terrario del querer.
Lentamente me haces ir y venir en las aguas de
los pensamientos.
Antepongo con temor, ¡eh de confesarte! Como
esas brisas primaveral la necesidad por un simple
beso.
No se si es majestuosidad de un sentir o un
abismo rítmico perpetrado en tu
hermosura de destellos, hazme florecer
con tu polen y déjame sin aliento.
Provócame y déjame confinar mi
búsqueda para refugiarme en tu
cuello.
Ven, y dibuja en mi rostro la sensatez
del vernos, y así de ese modo:
construyamos inesperados encuentros,
encapsulados como capullos de un rosa
en los suelos del misterio.
David Alejandro Burzac
San Miguel de Tuc., Tucumán, Argentina
Apréciate
No lo aprecias, tal vez,
pero alcanzo a ver sucesos
en donde tú no ves nada.
A veces pienso que colgaste tus palabras con la
ropa en la soga,
y las dejaste olvidadas, bajo el sol,
para que sean lo más secas posibles.
Amor, quiero que mires las yemas de tus dedos,
en todas esas líneas curvas y rectas que tienes
ahí, al seguirlas, forman un pasaje por todo tu
cuerpo, por tus brazos,
tus venas y arterias, por tus ojeras y estrías,
(Son montones de hilos atándote la piel
para que no se te vaya el cuerpo de
volantín, con esas ganas tan puras
tuyas de querer salir volando) en todos
esos renglones que viste, que te acabó
de mostrar, tenés escrita una poesía,
para leerla sólo asienta la mano en la
mejilla y apréciate.
Estás haciendo las cosas bien,
créeme,
hay veces donde los pensamientos son crueles,
y sientes que todo se resume a tu soledad y a vos,
te entiendo.
Tener una persona al lado no significa
que el cuerpo abandona esa sensación tan triste
que es estar solo.
Si te miras al espejo
y no niegas tu humanidad,
notarás a la luz andando en la tela de tu rostro,
creando fondos y entornos,
dándote sombras e iluminaciones
¿Alguna vez miraste tu imagen?
Yo sé que paraste a verte varias veces
pero nunca a mirarte, son verbos distintos.
La única razón por la que no te gusta la poesía
es porque nunca quisiste leerte en el espejo
y aceptarte.
Antes de irme,
y no por un momento sino para siempre,
quiero decirte una palabra,
y espero que te valga para toda la vida:
Apréciate.
Esteban Carrasco
Las Talitas, Tucumán, Argentina
Hoy te esperé con ansias
Hoy te esperé con ansias.
Expectante a tu llegada que me permitiría
despertar.
Te he ignorado tantas veces, olvidando
que representas la vida misma pariendo
vidas.
Hoy envuelta en tu perfume que me
embriaga y al murmullo de hojas verdes
me detengo a tu llegada.
Cada bocanada de aire; cada florecer
despertaron mi retina y todos mis sentidos
dormidos e inmersos en esta vida que
permití me anestesiara sin detenerme a
darte la bienvenida.
Abrí las ventanas y desperté
Agradeciendo que embriagaras mis
Sentidos.
Bienvenida primavera. La vida misma
que
me vuelve a dar la oportunidad de
sentirme viva.
Lucrecia Morales Lezica
San Miguel de Tuc., Tucumán, Argentina
Llueven pétalos de amor…
Empalagada de aromas
paseo por el jardín
en ésta noche de octubre,
un cielo estrellado me cubre
con su belleza sin fin…
Mariposa trasnochada
lleva en sus alas, puntillas
tejidas con hilo rojo
y motitas amarillas.
Vuela de flor en flor
pinta emoción su carita,
ella buscó con fervor
a su amada margarita.
Entre rosas vanidosas
y delicada flor de tilo
está ella, no tan pomposa
pero posa con estilo.
Blanca Alicia Suárez (Blancalís)
San Miguel de Tuc., Tucumán, Argentina
Preludio
Del libro: Las fronteras posibles (Faja de Honor de SADE)
En esta tarde
cuando una sola piel funde los cuerpos
alguien se anima
rompe la tregua que vive agazapada entre las
sombras
elige melodías
para danzarlas en otro paraíso
encuentra una isla propia
multiplicada en prismas infinitos
en esta tarde
detrás de las paredes que jadean
alguien celebra la vida.
Graciela Bucci
Argentina
Luz
Los pétalos caen en la lluvia de rosas.
Despierta Amor.
Acaricia mi piel con esa lluvia y
descartemos los días grises tristes.
Y dejemos los pétalos de los días,
navegan sin ti no, son rosas.
Sonriamos Amor.
Besa mi frente al sol y
abre mis hombros cerrados con viento olvido.
Porque nuestro amor presente, ilumina.
Silencia los mensajes por unos días fríos y
enciende sin raspar, con caricias
el azahar de los besos.
Descubriéndose con todo el sol,
el beso enamorado.
Norma Cañizares
Tafí Viejo, Tucumán, Argentina
La verdadera luz
Si todos los hombres de la Tierra se dejaran unir
como la harina y el
/agua, entre las manos de
quien amasa el pan,
surgiría — vigorosa— la verdadera Luz.
Hace falta paciencia — casi infinita— para
rodear el mundo con la
fuerza de la ola,
la ternura del abrazo envolvente,
la pasión del beso enamorado…
Las aves en vuelo giran y giran en torno a
un centro. ¿Las viste acaso?
Pero tú… ¿Por qué extraña razón te
resistes a levantar los
velos que te ciegan?
Si dejaras explotar tu
centro…verías cómo estalla la alegría,
difundiendo en torno tuyo
profusos ríos de amor,
tanto tiempo contenidos…
Entonces…
— grito… murmullo… coro antiguo o sinfonía de
voces—
los eslabones de la gran cadena de Paz
empezarán a unirse…
—en forma de arabescos informes, al
comienzo—
tomarán fuerza poco a poco,
levarán anclas,
surcarán los espacios siderales
y brillará, al fin, la Luz recién nacida…
El círculo se habrá cerrado, entonces,
y el eterno envolver de los abrazos,
el movimiento incesante del mar…—
cuenco de coral, caracol
misterioso, eterno abanico de
espumas y olas—,
te tomará en sus brazos,
te arropará en tu cuna
y te dirá glorioso
— “¡Al fin, hombre eterno, entendiste
que estás hecho de Luz!.”
Cecilia María Labanca
M. Coronado, Buenos Aires, Argentina
Mi cielo
Sos mi cielo
Mi cielo despojado de rutinas
En las claras mañanas
Del encuentro
Tus ojos encendidos de ternura
Y el sol rozando
La taza de café
Sos mi cielo
En los lentos relojes que acompañan la charla
De la frugal comida
Cielo
De palabras nuevas
Apretujadas de melancolía….
Cielo
De confesiones
De antorchas ancestrales
De tormentas y abismos
De lunas inventadas en el cálido verano.
Sos mi cielo de ocasos
En los eternos abrazos, cuando el mar
Nos devuelve la distancia
Y las risas
Nos acercan el mirar….
Ese mirar
Plagado de gaviotas
Que sobrevuelan las inmensidades del viento…
Sos mi universo de estrellas
Suspendidas en el telón de la noche
horizonte de barcos amarrados al encendido
clamor de las luces nocturnas
Mi cielo sos.
Mi profundo cielo
De llegadas y partidas
Límpido cielo
De vuelos compartidos
Que eternizan
tu mágico soñar.
Mónica Lidia Echenique (Monilí)
Mar del Plata, Argentina
El rubor de los arrullos
El cuerpo de la tierra es un capullo
en el orbe infinito de la vida
y se abre luminoso en sus raíces
para elevar respiros aromados
hacia el centro de los surcos-cicatrices…
En el hondo sentir de los humanos,
eclipsando las sombra con colores
en las nota del amor cuando renace,
le amanece nueva piel y le florece
el dulcísimo rubor de los arrullos.
María Isabel Zelaya
Jujuy, Argentina
Y andaba el amor
Del libro Soltar Amarras
Y andaba el amor,
rondando las azoteas
gastadas de la espera.
Por desandar las orillas
de algún recuerdo rojo
agazapó el deseo
en la sombra de la pena,
tarareó por las calles
las canciones de cuna,
se pintó en los ojos
una esperanza propia
y se inventó un temblor
con olor a madreselvas
sobre las tapias del día.
Borracho de suspiros,
se trepó a los balcones
de la sangre en acecho
para espiarle al mundo
los suicidios del beso
y contar los posibles
en los ecos del sueño.
Por jugarse un truco
con la vida cotidiana
se batió a duelo
—a callejón partido—
a solas, con la muerte.
Y fue así, entregado,
que se arrimó a mi verso
y se acostó junto a él,
largo a largo, sin acuerdos,
buscándole las lenguas
al silencio.
Mari Betti Pereyra
La Carlota, Córdoba, Argentina
Suma de diminutos goces
“Con cada día, se me nacen los ojos del asombro”
Gioconda Belli
Como eco vibra la pregunta
—¿Qué me hace feliz?
El amanecer anunciado de pájaros
—otro día para agradecer—
Las crepitaciones nocturnas
en el silencio necesario de nuestra comunión.
El cuerpo jadeante de abrazos,
la fuerza emergente de recuerdos
dulcifican mis días.
De la mano de mi madre
llueve pan recién horneado.
La música clásica de mi padre
es parte del aire,
trae la palabra creadora,
compensando la nada doliente
en auroras de reencuentros.
Reproduje la sangre por tres, por seis,
—alegatos de amor y de vida—.
Alivie la angustia en antesalas del nacimiento,
compartí la alegría del primer llanto.
Hago mías penas y victorias de los indefensos.
Vivo en cada asombro, Señor, tu palmada en mi
espalda.
Pido escribir más allá de la belleza del canto
buscando la equidad entre los hombres,
luminiscencia marcada por los dioses.
Con sosiego construyo realidades
hilando estos pedacitos de vida.
María Rosa Ledesma
Santiago del Estero, Argentina
Nacer bailadora
“sobre su propio cuerpo
reposará entonces lo que queda del mundo”
Juano Villafañe
Baila
tu música te ampara,
baila las miradas sediciosas.
Rítmicas caderas enredan
noches gloriosas.
Pechos erguidos
destilan sutiles perfumes continentales.
En cadencia de gacelas
despiertas tizones de leños,
resplandores triunfantes.
Baila
Gira, suéltate del público
rompe espejos y cortesías.
Al miedo báilalo lento, dómalo,
las navidades, aprésalas en tu cintura.
Ofrece el corazón de uva
en puntuales celebraciones.
96
La música atraviesa en diagonal tus curvaturas,
sientes bajo tus pies
el temblor incendiario de las tablas.
Renacen los brazos
en alas de libertad.
María Rosa Ledesma
Santiago del Estero, Argentina
Poema
Hay un hombre que me ama.
Y cuando digo que me ama
quiero decir
que conoce el revés de mis historias
que lleva alta la lumbre
para el camino de mis ojos
que lo he visto tantas veces
deshacerse de su tiempo
para poner en marcha mis relojes
que ha sabido habitarme en la palabra
y entretejer nuestros silencios
como corona de luz.
Yo sé que a veces elijo la deriva
Y me veo desarmada
Fondeando en el dolor.
Pero entonces comprendo
que ese hombre se instala en el abrazo
y lo despliega como un puerto
a la espera del retorno.
¿Cómo no volver a la tibieza?
si aquí, en el rumor de mis arterias
hay un hombre que me ama.
Ana María Oddo
Buenos Aires, Argentina
Aroma primaveral
¿A qué hueles?
Hueles a ciruelos
en el preludio de amor
que nace en un capullo
como libélula de luz.
¿A qué hueles?
Hueles a flores de camelias,
arvejillas y margaritas
que acarician un rostro
en el génesis de la vida.
¿A qué hueles?
Hueles a nostalgia,
a artilugios de Cupido
con juramentos eternos
en la memoria del tiempo.
¿A qué hueles?
Hueles al perfume dulce
de una niña enamorada
cual Perséfone rodeada de hadas
en la mágica mañana primaveral.
Sara María Argüello
Jujuy, Argentina
El camino de odiseo
Vulnerable
tajeada de miedos
toda grietas
por donde tu nombre
he convocado la lluvia de ayeres
y se mojan los rincones más ciegos
he convocado esa noche
de porcelana desnuda
y trenzas deshiladas por la luna
y las entretejo de versos
para que tu nombre
he poblado de escarabajos de oro
la oscuridad de mi pelo
de perro fiel
con calles asustadas
y vigilias de invierno
para que el camino
despacio
en los pies del agua hay un retorno
un germinar de tiempo en cada paso.
Estela Porta
Tafí Viejo, Tucumán, Argentina
13
Del libro inédito: ‘Arcilla’
Caminar entre la sombras
de la ciudad
unidos por el costado
para confundir a la penumbra mortal
que nos sigue desde el nacimiento.
y escandalizarla
con nuestras sombras unidas
en una danza animal
contra las paredes del callejón.
Aldo Luis Novelli
Neuquén, Patagonia, Argentina
Este libro:
PRIMAVERA POESÍAS
se terminó de compilar en San Miguel de Tucumán
el 21 de Septiembre de 2020
por Alejandra Burzac Saenz
EDITORIAL TRASCENDERNOA