Es una zona de clima áspero, donde las casas aparecen desperdigadas, la población es escasa y el paisaje está dominado por la imponente Cordillera. Allí la frontera se convirtió, en la vida cotidiana, en un trazado difuso. Así surgió un problema de límites con Chile que preocupa al intendente de la localidad chubutense de Río Pico y ya llegó a la Cancillería Argentina y al Congreso. Son reclamos de familias, tanto argentinas como chilenas, que son propietarias de predios que pasan de un país a otro y ahora solicitan la posesión de las tierras para sus respectivos países.

El conflicto aún está en una etapa de diálogo a nivel local. El intendente de Río Pico, Marcos Machado reconoció que “el tema no va a ser de fácil solución”, aunque afirmó que por ahora “no requirió la intervención de los gobiernos de ambos países”. Por ahora las tratativas se están dando entre Machado y el alcalde Nelson Opazo, quien está al frente de Lago Verde,el pueblo chileno ubicado justo al otro lado de la Cordillera con el que existe el problema.

Si bien los reclamos parte de familiares propietarias, la permeabilidad de la frontera se hace evidente con un viejo cementerio chileno de Lago Verde, cuyos terrenos se encuentran del lado argentino.

Según explicó Machado todo comenzó el 4 de marzo, cuando el alcalde de Lago Verde visitó Río Pico por su aniversario.

En este encuentro binacional, el alcalde chileno les planteó a las autoridades de la municipalidad de Río Pico que un vecino argentino estaba ocupando tierras que pertenecen a un propietario chileno, en el lado trasandino.

“Me planteó estas diferencias que hay con respecto a los límites e incluso el cercado con alambre. Decidimos hacer una reunión a fines de marzo, donde vimos este tema puntual y también para tener otro tipo de relación desde el punto de vista cultural y deportivo”, recordó.

Si bien las perspectivas son favorables ya que las dos localidades tienen una excelente relación, pero para Machado “hay que solucionar este tema lo antes posible sobre todo por la gente que está habitando esas tierras”.

Machado detalló los reclamos que son parte del conflicto. “A la altura del Hito 39 y 40 hay una familia argentina de apellido De Medero que ocupa ese campo desde hace muchos años. Son 150 hectáreas de las cuales claramente hay 3 del lado argentino. Es una especie de ‘lengua’ de tierra que se mete entre los dos municipios”, dijo el intendente. Incluso el hijo de esa familia que está a cargo del campo reconoce que gran parte de la tierra está del lado chileno.

Pero hay otro reclamo. Más al sur, hay 750 hectáreas ocupadas en general por familias chilenas que sin embargo están del lado argentino. “Es un problema por ahora difícil por eso queremos solucionarlo cuanto antes”, agregó Machado. En esas 750 hectáreas también hay dos familias argentinas de apellido Moncalvo y Avilés, que se sumaron a los reclamos. “También hay chilenos que en realidad no saben donde están parados”, detalló el intendente.

“Esto hay que resolverlo. No solo por una cuestión de soberanía entre los dos países sino también para que esas familias sepan en qué país están viviendo y sobre que leyes se rigen”, aseguró Machado quien ya remarcó que ya sostuvo reuniones con el alcalde Opazo para comenzar a acercar posiciones.

En esa zona, al pie de la cordillera, el clima es áspero. Las familias se dedican a la ganadería y a la pesca ya que existen extensos lagos. Por ahora no deja de ser un problema doméstico para los protagonistas. Pero que puede transformarse en no tanto para los dos países.

fuente: clarín

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