Pese a los cambios que hubo en materia del Ministerio de Seguridad y en la cúpula policial, La inseguridad sigue a la orden del día en Tucumán. Y si no, pregúntele a la jubilada Zaira Alderete que esta mañana vivió un violento asalto, despojándola de su jubilación y otras pertenencias que llevaba en su cartera.
De acuerdo a lo informado a Diario Cuarto Poder, todo ocurrió alrededor de las 10 de la mañana cuando bajó del colectivo línea 10 en la intersección de calles Marina Alfaro y La Plata, y un sujeto la tomó violentamente del brazo y, para quedarse con su cartera, la revoleó por los aires hasta hacerla caer en la vereda. Logrado su cometido, se dio a la fuga a la carrera sin que nadie pudiera evitarlo. De más está decir que en ese lugar no había ningún policía, a pesar de que es una zona importante que une a los barrios de Villa Alem y San Cayetano.
La jubilada se levantó por sus propios medios y con un fuerte dolor en su brazo se fue a su casa, ubicada a pocos metros del lugar.
Ante este medio, relató que se había levantado temprano y que se dirigió al Banco de Santiago del Estero para cobrar su haberes. Tras pasar por el cajero humano, salió de la entidad y se dirigió a la parada de colectivo. Ella cree que alguien la marcó y la siguió desde el mismo banco. Como en la zona había mucha gente, el delincuente esperó que abordara el colectivo y también que se dispusiera a bajar para cometer el atraco.
Todo fríamente calculado. Zaira Alderete ahora reniega de la falta de policías en la zona del banco donde cobran los jubilados ya que son presas fáciles de descuidistas, pungas, mecheras y demás delincuentes; como así también de total abandono de los vecinos en los distintos barrios. “Hablan de seguridad, que pusieron más policías en las zonas turísticas pero descuidan a lo vecinos que se quedan en sus casas. Estamos a merced de los delincuentes y por suerte yo estoy viva, porque hace unos años, en la misma esquina (Marina Alfaro y La Plata) a una vecina que esperaba el colectivo la voltearon para quitarle el celular y murió al golpear su cabeza contra el cordón de la calle”, contó.
Consultada si hizo la denuncia policial, la jubilada dijo que “es una pérdida de tiempo”. “Te dan una palmeada en la espalda y te dicen que ya van a poner más policías; pero todo es verso, no saben como combatir la delincuencia y eso quedó demostrados por los años de inseguridad que vivimos. Estamos solos y a la buena de Dios en esta lucha”, finalizó.