Se trata de Joanna Picetti, postulada en el octavo lugar por Capital Federal, está acusada de maltrato infantil y resiste la orden partidaria; fue desplazada de AySA.
Luego que se diera a conocer esta información pide lo pidieron su renuncia su ex jefe Rogelio Frigerio; el vicejefe de gobierno, Diego Santilli, y hasta sus propios compañeros de lista. Pero Joanna Picetti, octava candidata a diputada nacional por Cambiemos en la ciudad de Buenos Aires, se resiste a renunciar a su postulación, que entró en crisis al conocerse graves acusaciones contra ella por parte de miembros de su propia familia.
“No está acá, se fue a París de viaje. Y a esta altura es difícil que renuncie antes de la elección”, confiaban ayer fuentes del Gobierno, que esperaron en vano que Picetti, joven ex funcionaria de AySA, diera un paso al costado. Así lo reclamó la cabeza de la lista del oficialismo porteño, Elisa Carrió, luego de enterarse, por parte del ex marido de la candidata, de las acusaciones que pesaban en su contra, vinculadas a maltrato de sus tres hijos.
Tal como publicó el diario Perfil el domingo, la fundadora de la CC-ARI motorizó días atrás la expulsión de Picetti, quien también fue dejada cesante de su puesto en AySA, según confirmaron a LA NACION altas fuentes del Gobierno. Los restantes miembros de la lista de diputados nacionales de Cambiemos (Carmen Polledo, Fernando Iglesias, Paula Olivetto y Alejandro García, entre otros) presentaron pedidos de inhabilitación por cuestiones morales a la justicia electoral, que encabeza la jueza María Romilda Servini de Cubría, y al titular de la Cámara de Diputados,Emilio Monzó.
Picetti llegó al octavo lugar de la lista de diputados de Cambiemos como consecuencia de la deserción de Mariana Zuvic, dirigente de la CC-ARI y actual legisladora del Parlasur. Cerca de Frigerio afirmaron que el ministro “apenas la conoce” y atribuyeron su designación a “alguien del ministerio” cuya identidad se negaron a precisar.
La situación, que llega en una coyuntura electoral favorable al oficialismo, difícilmente complique las chances de Cambiemos en la ciudad, donde se espera repetir el holgado triunfo de las primarias. Pero genera, sin embargo, una fuerte inquietud interna: es que, con el 50% que sacó en las PASO, al oficialismo le alcanzaría para obtener ocho bancas. Y Picetti, por ahora, sigue siendo la candidata número 8 de la lista.
Picetti fue denunciada por su marido, David Bibulich, en el fuero civil. “Por eso, cuando hicimos el análisis de las candidaturas, no vimos nada raro”, afirmaron en el comando de campaña porteño y la Casa Rosada.
Picetti también fue sobreseída en la causa que le imputan, aunque la gravedad de las imputaciones que pesaban sobre ella llevó a Carrió -con acuerdo del jefe de gobierno, Horacio Rodríguez Larreta- a solicitar su exclusión.
Mal asesorada
“Está mal asesorada, ella cree que con estas dilaciones puede ganar algo. Creemos que es al revés: genera mayor enojo en el espacio y más complicaciones”, reflexionó, uno de los responsables de la campaña en el distrito. Fueron estas actitudes las que provocaron que fuera dejada cesante de su puesto en AySA, ampliaron las fuentes.
Después de varios días de silencio, Picetti se desahogó en las redes sociales. “El perdonar es el valor de los más valientes, solamente aquel que es bastante fuerte para perdonar una ofensa sabe AMAR”, escribió ayer en su cuenta de Twitter. Anteayer publicó una imagen de Mahatma Gandhi y la siguiente frase: “La violencia es el miedo a los ideales de los demás”.
Las alternativas que manejan en Cambiemos son dos. Si Picetti renuncia antes de la elección, su puesto será ocupado por Patricia Holzman, jefa de gabinete y estrecha colaboradora del rabino y ministro de Medio Ambiente, Sergio Bergman, que está décima en la lista y subiría dos lugares por el cupo femenino. Si Picetti fuera inhabilitada luego de ser elegida, el que asumirá será Jorge Enríquez, actual subsecretario de Justicia porteño.
Fuentes del Gobierno negaron ayer que el presidente Mauricio Macri esté “furioso” por la aparición del caso Picetti, aunque sí aclararon que el primer mandatario está al tanto del asunto a través del jefe de Gabinete, Marcos Peña.