Soledad Sotelo (32) visitó el jueves la casa de sus padres en la calle Alsina al 2800 del barrio San Francisquito, en la ciudad de Rosario, en compañía de su marido y sus dos hijos de 5 y 7 años. Aprovechando el día libre, habían ido para ayudarlos a pintar de azul la fachada de la vivienda.
Mientras hacían su tarea, dos motociclistas pasaron a alta velocidad delante suyo y cerca de los chicos. La familia reaccionó por la imprudencia. Enojada, Sotelo los increpó: “¡Eh loco, casi me chocás!”, le gritó a uno que se detuvo. Su marido se sumó a los reproches y le dijo al mismo conductor: “Si me tocás un hijo, te mato”. La discusión terminó en tragedia.
Tras el entredicho, los motociclistas -según cree el padre de Sotelo uno es vecino del barrio ya que lo vio varias veces por la zona- se fueron. Más tarde, cerca de las 20, uno de ellos regresó armado y sin mediar palabras, disparó.
Varios balazos dieron en el frente de la casa. Uno impactó en la cabeza de Sotelo, que en ese momento estaba sentada en la vereda junto a su madre. “El tipo sacó un arma y tiró habiendo chicos. Entonces la piba mía (intentando protegerlos) metió al marido y a los dos chicos para adentro”, relató a Canal 3 el padre de la víctima.
La herida terminó siendo fatal. A raíz del ataque, la mujer se desplomó en la vereda gravemente herida. Fue trasladada al Hospital de Emergencias Clemente Alvarez (HECA), donde quedó internada en estado reservado. No resistió. A los pocos minutos, en el centro sanitario informaron que había fallecido.
La investigación quedó a cargo de la Fiscalía de Homicidios Dolosos de Rosario, con intervención del Gabinete de Criminalística de la Policía de Investigaciones (PDI).
Vecinos del barrio señalaron a los medios que el asesino es parte de un grupo de unas 20 o 30 personas que hace un tiempo frecuentan una casa cercana a la dirección en que se produjo el homicidio.
Por el momento no hay detenidos. Fuentes policiales indicaron que llevan adelante una pesquisa para tratar de identificar y localizar a los atacantes.