Cada vez más familias recurren a estos perros por la inseguridad, los “accidentes” se repiten y el debate se instala.
Falleció el sábado a la noche en el hospital. El animal, mezcla de dogo y rottweiler, le mordió el cuello y se desangró antes de llegar a ser atendida.

La madre estaba cocinando mientras su nena de seis años miraba tele en el living de la casa. A su lado, como de costumbre, estaba el perro de la familia: un dogo cruza con rottweiler.

Mientras preparaba la comida, la mujer escuchó fuertes ruidos que venían desde el lugar donde estaba su hija. Cuando llegó, la nena estaba ensangrentada y malherida producto de los mordiscos del perro. 

La parte más lesionada era la cara de la chiquita. Y su cuello. La mamá atinó a ponerle una toalla húmeda en la cabeza y con ayuda de una vecina, la llevaron en auto al hospital municipal de San Isidro.

Cuando los médicos de la guardia la vieron, a las 21.30 del sábado, la nena ya estaba inconsciente. Había perdido mucha sangre. Le hicieron maniobras de reanimación, pero murió una hora más tarde. “Falleció a raíz de la gravedad de lesiones”, dijeron los médicos.

No era la primera vez que este animal se había comportado en forma violenta, según confirmaron fuentes de la investigación. “En enero, ya le había provocado lesiones a una tía”, precisaron.

El perro estaba hace años en la familia. “Fue un regalo que le hicieron de chico al hermano de la nena, que ya tiene 18 años y es hijo del padre y una pareja anterior”, detallaron.

Fuentes judiciales informaron que los padres tomaron la decisión de sacrificar al animal cuando concluya la investigación del caso. Por el momento, está en resguardo de Zoonosis, donde le aplican el protocolo de rabia y, además, está siendo periciado por la Justicia.

El papá de la nena se descompensó tras conocer la noticia y tuvo que ser llevado al hospital. Ahora continúa con asistencia psicológica.

La misma fuente aportó: “Fue el sábado a la noche y todavía estamos investigando cómo sucedieron los hechos. La mamá de la nena estaba en la cocina cuando escuchó los ruidos del ataque provenientes del living en donde la niña estaba con el animal”.

Y agregó: “Con la ayuda de una vecina la trasladaron al Hospital Central de San Isidro, adonde llegó en paro. La intentaron reanimar con RCP y se le realizaron transfusiones pero no logró sobrevivir“.

El secretario de Salud de San Isidro, Juan Viaggio, añadió algunos detalles de la tragedia: “Llegó al hospital con la cara envuelta en una toalla. Se le practicó RCP durante más de una hora y se le hicieron transfusiones. Incluso se acercaron médicos terapistas del Hospital Materno Infantil”, informó.

Desde la Comuna informaron que el lunes realizarán la autopsia y “habrá más precisiones”. “En una primera instancia los profesionales advirtieron que la nena tenía una lesión extensa del lado derecho del cuello con un posible desgarro de la carótida”.

¿Cuáles son los elementos a tener en cuenta para determinar si un perro es peligroso?

“La agresividad en los perros depende de muchos factores, no solo de la raza. Hay un 30% de genética, ya que algunos animales fueron creados para cumplir con una función de cacería o guardia. El otro 70% está vinculado a la influencia ambiental. Acá entra en juego la educación que se le da al perro y la sociabilización”, explica Claudio Gerzovich Lis, médico veterinario especialista en comportamiento animal.

Según Gerzovich Lis, “cualquier perro que pese más de 20 o 25 kilos tiene un poder de daño muy fuerte si es que se pone violento”. “No es tan lineal como que un golden no te hace nada y un dogo, sí. Es importante asesorarse con un experto antes de adoptar una mascota y lograr con el animal un equilibrio entre afecto y dominación. El humano tiene que ser el que manda pero no desde la agresividad porque eso genera más violencia”, resalta el veterinario.

El sexo del animal también puede ser un factor relevante, señala Gerzovich Lis: “Los machos suelen ser más impulsivos y dominantes que las hembras”.

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