La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, afronta el desafío de garantizar la circulación durante la movilización. Las autoridades nacionales aún no tienen un cálculo de cuánto se dejará de recaudar por el paro.
“Esperamos que sea una jornada en la que triunfe la libertad: que quien quiera ir a trabajar, lo pueda hacer, y que quien quiera parar, lo pueda hacer, sin complicarle la vida al resto, sin cercenar ningún derecho y sin pretender que los demás se acoplen a algo con lo que la mayoría de los argentinos no estamos de acuerdo”, sostuvo ayer por la mañana el vocero Presidencial, Manuel Adorni.
Con ese breve comentario, el Gobierno buscó restarle importancia al paro y la movilización que la CGT y los movimientos sociales y de izquierda van a realizar este miércoles, en rechazo a las políticas económicas que está impulsando la gestión de Javier Milei, que tiene poco más de un mes.
Otro aspecto que se destaca del comentario de Adorni, es que las autoridades nacionales van a volver a aplicar el protocolo antipiquete para tratar de evitar que durante la marcha hacia el Congreso haya cortes de calle y disturbios.
Según se anticipó, como ocurrió en los anteriores casos en los que se aplicó el protocolo, durante el día se realizará un control estricto de todos los micros afectados a la marcha, así como también en las estaciones de tren y en lo que hace a la concentración propiamente dicha de los manifestantes.
Asimismo, se les remarcó a los gremialistas que tenían “absolutamente prohibido realizar corte de artería o vía de circulación alguno” y, para esto, se dispuso movilizar a las cuatro fuerzas dependientes de Bullrich, la Policía Federal, la Gendarmería, la Prefectura y la Policía de Seguridad Aeroportuaria.
Los efectivos de cada uno de esos organismos de seguridad coordinarán el accionar con los agentes de la Policía de la Ciudad para supervisar el desarrollo del plan, que contempla que los manifestantes ingresen a la plaza frente al Congreso por la Avenida de Mayo, desde la Avenida 9 de Julio y “garantizando la libre circulación del tránsito”.
Las personas que asistan al acto no podrán tener “el rostro cubierto de manera intimidatoria”, como así tampoco “palos o elementos contundentes” y se les exigirá “que no se movilicen con niños, ya que eso vulnera sus derechos como el de estar en su casa o en la escuela, jugando o estudiando”.
fuente: infobae