La educación de los niños en tiempos de pandemia ha ocasionado altos niveles de estrés en padres y docentes, también los niños requieren un parate en esta rutina.
En medio de un escenario de pandemia, con aislamiento obligatorio y clases vía internet, la proximidad de las vacaciones de invierno abre un nuevo horizonte para los padres y los docentes. “Creo que tanto los docentes como los padres, no sé si los niños, pero sí los padres y los maestros necesitan ese descanso. Necesitan esa cuestión de no saber nada de la escuela, de no tener la obligación de que los chicos hagan la tarea y dedicar este tiempo de vacaciones a otras actividades recreativas”, advirtió Fátima Baronetto, licenciada en Ciencias de la Educación y docente tucumana.
Desde el inicio del ciclo lectivo, los chicos prácticamente no fueron a clases. Algunos, apenas dos semanas, y luego comenzó el aislamiento obligatorio. “Todo este tiempo ha sido muy difícil para los padres y los docentes; ellos se llevaron la peor parte -resaltó Baronetto-. El padre tiene que aprender las nuevas tecnologías, hacer las tareas con los chicos y el maestro corrigiendo y los padres, a la vez, respondiendo el pedido de los docentes y todo eso ha sido muy complicado”, dijo.
En Tucumán, el ciclo lectivo está a dos semanas del inicio de las vacaciones de invierno. Sin embargo, se esperan los anuncios oficiales sobre el tema. Las decisiones se demoran porque aún resta resolver cómo será el procedimiento a seguir una vez que pasen el período de descanso.
Un obstáculo
Uno de los inconvenientes hoy en día es cómo definir el protocolo sanitario a seguir en caso de que los chicos regresen a las aulas. Cada escuela tiene su realidad. No solo por su infraestructura sino también por su ubicación geográfica. “En la escuela pública es más difícil volver. Hay escuelas que no tienen agua. Es un tema que el Gobierno tiene que analizar mucho: tampoco se puede recibir a 30 o 40 chicos todos juntos en un aula de tres por cuatro metros”, resaltó Baronetto.
El protocolo sanitario es un tema que el Gobierno Nacional, a través del Ministerio de Educación, que conduce Ricardo Trotta, intentará coordinar con las provincias. En Tucumán, el ministro Juan Pablo Lichtmajer prefiere no adelantar nada hasta tanto se cierre esa coordinación con la Nación.
Sin temas nuevos
Los expertos además aseguran que en la primera mitad del año, con los cambios obligados por la pandemia, los chicos no aprendieron temas nuevos. Afirman que los niños solo se convirtieron en “hacedores de tareas”, pero que los nuevos contenidos quedaron relegados. “Un 60 % de los niños no están aprendiendo temas nuevos -dijo Baronetto-. No estoy generalizando, pero es un problema en especial para los chicos que deben cambiar de nivel: creo que a los chicos más pequeños como de jardín o de primer grado son los
que más le va a costar, porque no hay hábitos de estudios y quieren pasar horas frente al celular; les será mucho más difícil”, pronosticó.
Baronetto también señaló lo mismo para el caso de los chicos que deberán pasar al nivel secundario. “Ya veníamos con un bajo nivel y ahora con esto se profundizará”, señaló.
Ritmo más bajo
Los expertos afirman que en las últimas dos semanas hubo una suerte de relajamiento en las tareas para la casa. Los docentes bajaron el ritmo y los padres sintieron el alivio. “Lo positivo de la pandemia -afirmó Baronetto- es que los padres aprendieron a valorar el rol y el trabajo de los docentes. Lo negativo -remarcó- es que no ha beneficiado a los chicos. Esta pandemia ha sido más trabajo para los padres que para los niños y hubo un retroceso en los niños con problemas de aprendizaje por la metodología usada durante el aislamiento”, precisó.