La gobernadora María Eugenia Vidal decidió personalmente terminar con las idas y vueltas en torno al adelantamiento de las elecciones en la provincia de Buenos Aires y se comunicó con el Presidente para anunciarle que desistía de esa opción.
Hasta ayer todavía esperaba la realización de una mesa política para discutirlo formalmente, con el análisis de encuestas, escenarios comparados y resultados electorales en el 2015 y el 2017, pero finalmente optó por lo más razonable que era evitar cualquier tipo de manipulación del calendario electoral a través de un acuerdo con el Frente Renovador que debía refrendarse en la Legislatura bonaerense.
Roscas y enroques
“Ese acuerdo ya está”, dijo un funcionario clave en el armado político de la Provincia, “solo hay que ponerlo en marcha”. Por cierto, ese era el peor argumento para Macri y Marcos Peña, que tienen muy mala opinión de Sergio Massa y nunca evaluaron la posibilidad de llegar a una reelección gracias a un acuerdo con el líder del FR.
Sin embargo, Vidal buscó una mesa para conversarlo. La semana pasada les dijo a varios periodistas, entre los que se encontraba esta cronista, que a fines de febrero se tomaría esa decisión. Y ayer mismo, miembros de su equipo aseguraron que ya tenían el aval del gobierno nacional para analizar el tema. Hasta explicaron que la reunión sería inminente, aunque no se había agendado.
A Macri no le gustan las presiones por los medios. Tampoco a Peña. Cuando el jefe de Gabinete sintió que había demasiadas notas hablando del desdoblamiento en la Provincia, no hizo más los almuerzos de mesa chica política de los lunes.
Luego, dio muestras claras de que no habría desdoblamiento. También Macri. Así y todo, Vidal quería exponer sus argumentos. Pero no hubo chance. Recibió un ultimátum que comprendió y sola transmitió que desistía de esa posibilidad.
Las cosas se harán como quiere el Presidente, “juntos, a matar o morir”, porque “todos para uno y uno para todos”. Así, Macri volvió a demostrar quien es el jefe. Y Vidal que es su mejor discípula, sin espacio para las transgresiones ni las rebeldías.
fuente. infobae