La situación fue caótica en los alrededores del edificio del Poder Legislativo. Activistas destruyeron varios vehículos y al menos cinco efectivos resultaron heridos. La sesión continúa dentro del recinto de la Cámara de Senadores.
Los alrededores del Congreso de la Nación se convirtieron en un campo de batalla en el que chocaron manifestantes y fuerzas de seguridad durante toda la tarde de este miércoles 12 de junio. Organizaciones sociales, piqueteras, de izquierda, peronistas, de derechos humanos, asambleas barriales y sindicatos se manifestaron en rechazo a la Ley Bases que se debate en el Senado. El objetivo del ataque fue interrumpir la sesión.
Los enfrentamientos más fuertes tuvieron lugar en el frente del histórico edificio, sobre la Plaza de los Dos Congresos. Cinco efectivos, dos policías y tres gendarmes, resultaron con heridas de consideración por lo que debieron ser trasladados al hospital Churruca. Al menos dos automóviles prendidos fuego y varios más vandalizados, gases, y proyectiles volaron sostenidamente a lo largo de la tarde y hasta el momento 27 personas fueron detenidas en el marco de los incidentes.
Entre los arrestados se encuentra un hombre de 41 años que tenía en su poder una granada de gas, indicaron las fuentes consultadas por este medio.
Las escenas de violencia recién cesaron cuando cayó la noche. El Gobierno celebró los resultados del operativo y que los protagonistas de los incidentes no hayan logrado su verdadero objetivo, el de suspender la sesión de la Ley Bases. “Pagarán uno por uno los daños causados”, escribió en su cuenta de X la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich.
El jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Jorge Macri, su sumó a los funcionarios que expresaron satisfacción por el desempeño de las fuerzas de seguridad sobre el final del día. “Vamos a hacer pagar a estos delincuentes por el caos que provocaron”, escribió Macri y aseguró que la Justicia porteña avanzará con causas penales sobre los protagonistas de los incidentes.
“La Justicia tiene a disposición las imágenes de las cámaras de seguridad de la Ciudad para poder identificar y detener a cada uno de los criminales. En nuestra gestión romper todo y agredir tiene consecuencias”, insistió el alcalde.
La policía disparó balas de goma, gas pimienta y utilizó los camiones hidrantes para dispersar a los activistas que atacaron el vallado dispuesto en los alrededores del palacio que alberga al Poder Legislativo. Las esquinas de Callao y Rivadavia, por un lado, y Entre Ríos e Yrigoyen, por otro, fueron un verdadero polvorín.
Durante más de tres horas la violencia reinó en la zona, con distinta intensidad. Cada vez que la situación parecía estar controlada, desde distintas arterías aparecían nuevos atacantes que reavivaban los incidentes. Los grupos dispersados retornaban por diferentes accesos al edificio del Congreso, pese a que los efectivos los esperaban con escudos, gases, balas de goma y camiones hidrantes.
La policía Federal, Gendarmería Nacional, PSA y 600 efectivos de la Policía de la Ciudad de Buenos Aires, sostenían el operativo, mientras decenas de militantes de partidos de izquierda arrojaban insistentemente piedras, palos, botellas y bombas molotov.
Uno de los automóviles que fue prendido fuego pertenecía a Cadena 3, medio de comunicación de la provincia de Córdoba que llegó a la Ciudad de Buenos Aires para cubrir la sesión en el Senado. El otro, dado vuelta en plena calle Sáenz Peña, fue atacado frente a los móviles de canales de televisión por agresores, algunos a cara descubierta.
“No lo puedo creer. Hijos de re mil puta. Me pegaron. Iba a sacar el móvil y me lo dieron vuelta. No se puede creer”, expresó Orlando Morales, el cronista cordobés que fue atacado por los manifestantes.
“Estos son unos sinvergüenza, unos caraduras. Encima yo estaba arriba del móvil. Me sacaron de un brazo, me tiraron al suelo, lo dieron vuelta y lo quemaron. No se puede creer”, dijo angustiado Morales.
Pasadas las 18 horas, el reporte de las fuerzas de seguridad daba cuenta de 27 detenidos en el marco de los incidentes. Nueve de ellos fueron aprehendidos por la Policía Federal, en tanto que a los otros 18 los apresaron efectivos de la Ciudad de Buenos Aires.
Las imágenes reflejaban una lucha cuerpo a cuerpo entre la policía, en la que volaron proyectiles de todo tipo. En la zona, el aire se tornó irrespirable como consecuencia de los gases que utilizó la policía para disuadir las agresiones de los activistas, que tienen como objetivo interrumpir la sesión en la que se discute la Ley Bases.
Los incidentes fueron una continuidad de lo que había ocurrido cerca del mediodía, cuando manifestantes habían logrado cortar el tránsito sobre avenida Callao. En ese primer momento fueron desalojados por la policía, en una maniobra que terminó con cinco diputados opositores, que eran parte de la manifestación, heridos por gases lacrimógenos. Se trata de Eduardo Valdés, Carlos Castagnetto, Leopoldo Moreau, Juan Manuel Pedrini, Carolina Yutrovic y Luis Basterra. De esa nómina, Castagnetto debió ser hospitalizado. Dos horas después, los disturbios regresaron.
Fue en ese mismo sitio en el que los manifestantes comenzaron a arrojar piedras y bombas molotov contra el cordón montado por la policía. La respuesta fue contundente: el camión hidrante buscó disuadirlos y comenzaron detonaciones. La tensión invadió la escena, mientras volaban cascotes, baldosas y objetos contundentes que los agresores arrojaban a su paso.
Mientras los incidentes se intensificaban, en el recinto de la Cámara de Senadores continúa el debate del mega proyecto que el Gobierno busca aprobar durante este jornada, aunque los senadores no fueron ajenos a los disturbios y varios de ellos mocionaron para interrumpir el debate dados los hechos de violencia que ocurrieron en las inmediaciones del palacio legislativo.
Pasadas las 19 horas, no quedaban manifestantes en los alrededores del Congreso y había una situación controlada, sin grupos enfrentando a las fuerzas de seguridad, aunque se veía personas dispersas, rondando por la zona, lo que motivó que las fuerzas de seguridad permaneciera patrullando la zona.
En esas circunstancias, el gobierno nacional emitió un comunicado en el que felicitó el operativo coordinado por el Ministerio de Seguridad por el operativo realizado. Lo hizo a través de la cuenta de la red social X, Oficina del Presidente.
Por su parte, el Comité Nacional para la prevención de la Tortura también se expresó al final de la jornada y advirtió que hubo “un uso desproporcionado y arbitrario de la fuerza pública, que ha provocado lesiones en decenas de manifestantes”.
“Las Fuerzas de Seguridad comenzaron a reprimir con gases MK-9, lacrimógenos y disparos de balas de goma, incluso a los manifestantes apostados sobre la Plaza y veredas”, advirtió el organismo, que aseguró haber recorrido las inmediaciones del Congreso durante la álgida jornada.
La palabra de los jefes del operativo
“Los jefes a cargo de cada una de las posiciones están delante. En posición de alerta. La orden es no responder las provocaciones pero sí hacer cumplir el protocolo”, le explicaron a Infobae desde el ministerio de Seguridad pasado al mediodía. Después de los primeros incidentes se tomó la decisión de vallar por completo la intersección de Callao y Rivadavia para evitar que otras columnas se sumen a los que ya habían enfrentado con la Policía Federal. Lo mismo ocurrió en otros puntos de la Plaza Congreso. La idea era entorpecer el acceso a otros manifestantes que ahora deberán dar la vuelta y caminar por Solís e ingresar desde Hipólito Yrigoyen.
“El operativo represivo solo ratifica lo que venimos denunciando. Qué dentro de la Cámara de Senadores se aprestan a votar una ley que es completamente anti pueblo y de saqueo”, le dijo la diputada de la Ciudad de izquierda Celeste Fierro quien después de enfrentarse a la policía adelantó que su organización y piqueteros de izquierda, encabezados por el Polo Obrero “nos vamos a quedar si es necesario hasta la madrugada para evitar que los senadores y senadores vendan a la patria”. “Fue una provocación armada”, opinó el diputado de izquierda Nicolás del Caño.
Pasadas las tres de la tarde la tensión bajó, sobre el asfalto quedaron piedras, botellas de agua congelada y los restos de vidrios de envases que los piqueteros arrojaron sobre Gendarmería, Prefectura y efectivos de la Policía Federal. Ese momento de distensión fue aprovechado por los jefes del operativo para armar un segundo vallado, a cien metros de Rivadavia y Callao para circunscribir al grupo más violento.
Cómo apoyo a los grupos de infantería, los camiones hidrantes se posicionaron frente a la Plaza de Congreso. Los grupos más violentos estaban sobre el vallado desplegado más temprano sobre el frente de la plaza ubicado de manera paralela a la venida Entre Ríos. Poco antes de las 15.45, y después de una andanada de piedras y adoquines uno de los hidrantes actuó para hacer retroceder a los manifestantes. Uno de los agentes resultó herido. Fue el preludio de los disturbios serios que ocurrieron una hora después.
Como lo hicieron en otras oportunidades, los piqueteros y movimientos sociales llegaron hasta las inmediaciones de la Plaza Congreso, frente al parlamento, en transporte público. Desde temprano, los grupos más pequeños empezaron a reunirse en estaciones de subtes y trenes como Liniers, Once, Lima, Retiro y Constitución, entre otras. Los grupos sindicales, en cambio, llegaron a los puntos de encuentros, a lo largo de la Avenida 9 de Julio en micros de larga distancia y se retiraban de inmediato para evitar ser sancionados al estar mal estacionados.
Todas las organizaciones que integran la Unión Trabajadores de la Economía Popular (UTEP) la Corriente Clasista y Combativa (CCC). el Movimiento Evita y Barrios de Pie fueron los movimientos sociales que organizaron la protesta desde temprano.
También los gremios que integran la CGT, como camioneros, las dos CTA, la Asociación de Trabajadores del Estado, sectores kirchneristas, intendentes peronistas; funcionarios de la gobernación bonaerense de Axel Kicillof.
El Polo Obrero, el MST, FOL, Nuestra América, el Bloque Nacional Piquetero y el MST-Teresa Vive también dijeron presentes en la protesta que originó los disturbios