¡Volvamos a aplaudir a los profesionales de la Salud!

Por Julio Denis* para Diario Cuarto Poder | Los aplausos unen y fortalecen a todos, a los que son aplaudidos y a los que aplauden, sin distinciones. Los aplausos históricamente son el instrumento colectivo generado por la gente en todos los rincones para expresar agradecimiento y aprobación.

De los aplausos a los escraches

Esta fue la conducta popular hacia los profesionales que día a día batallan contra la pandemia de coronavirus en nuestro país. De esos aplausos y “bocinazos” ya poco recuerdo nos queda.

Todas esas muestras de cariño y agradecimiento se vieron tristemente opacado por una reprochable  conducta egoísta, los “escraches”.

Los casos de la directora del Hospital Padilla y la ministra de Salud son los más renombrados en la provincia.

El caso de Olga Fernández

Hace algunos días, Olga Fernández, directora del Hospital Padilla, contrajo coronavirus y fue víctima de un feroz escrache a través de grupos de WhatsApp y de redes.

Según esos mensajes, sus vecinos de un barrio privado de Tafí Viejo la acusaron de violar el aislamiento, tras haberse confirmado que la profesional era positiva para covid-19.

Doctora-Olga-Fernández.

¿Qué sucedió? algún vecino la vio salir por sus propios medios de su casa y entendieron que eso significaba violar la cuarenta y poner en riesgo al barrio:

“Una vez que obtuve el resultado, por indicación médica y por indicación de salud ocupacional, tenía que hacerme la tomografía de tórax. Entonces, pensando en no utilizar una ambulancia, porque sé que puede necesitarla cualquier persona con más urgencia, decidí ir en mi auto. Me subí en el garaje de mi casa, ni pisé la vereda. Utilicé alcohol en gel, barbijos y mantuve las ventanillas cerradas. No puse en riesgo a absolutamente nadie”, afirma Fernández.

Lejos de ser solidarios y agradecidos con la profesional que contrajo el virus trabajando arduamente por la salud de todos los tucumanos, un grupo de cobardes la atacó amparados en el anonimato de las redes sociales.

Escrache en la casa de la ministra de Salud

Algo similar sucedió con la ministra de Salud de la provincia, Rossana Chahla, miembro del Comité Operativo de Emergencia (COE), cuando, debido al gran incremento de los contagios en la provincia, se decidió implementar algunas restricciones sólo por 15 días.

Tras el anuncia, algunos manifestantes, sin respetar el distanciamiento, marcharon hacia el domicilio de la funcionaria para reclamar ruidosamente que se revirtieran las medidas.

¿Acaso esta gente no entiende que dichas medidas fueron analizadas por un grupo de profesionales y especialistas, sin ninguna animosidad más que el bienestar de la población? La respuesta es más que clara.

El virus del covid-19 no discrimina

Estas situaciones nos llevan a otro caso que también fue noticia, la de  Jesús Amenábar, Jefe del Servicio de Cirugía del Hospital Centro de Salud, quien contrajo coronavirus y pudo ver la situación del lado del paciente.

Doctor-Jesús-Amenábar.

El profesional hizo pública una carta a través de las redes sociales, en ella relata los sacrificios que a cada minuto realizan los empleados de la salud y los enormes riesgos a los que se exponen:

“Los que me están tratando son héroes y heroínas de la salud. Como los granaderos a caballos con M.M. de Güemes y Juana Azurduy. Nadie los conoce. No salen en los diarios. Entran a la boca del lobo a riesgo de morir por Covid y dejar hijos huérfanos a salvar vida de gente que no conocen”.

Paradójicamente, el conocido cirujano había sido crítico con algunas medidas sanitarias tomadas por el Gobierno provincial. El virus del Covid-19 demostró que en el contagio las ideologías quedan al margen.

Las caras visibles en la lucha contra el covid-19

Son la cara visible de la lucha contra la pandemia, pero día a día ellos ponen mucho más que su rostro, ponen el cuerpo y el alma, junto a médicos y enfermeras son la primera línea en esta desigual batalla contra un enemigo que ha puesto de rodillas a las naciones más poderosas del mundo.

No les hagamos pagar el “costo político” a ellos, cuando en el último gobierno el sistema de Salud fue vapuleado y sufrió una fuerte reducción presupuestaria, hoy algunos funcionarios cómplices de esta situación miran para otro lado y tratan de “pasar desapercibidos”.

Nosotros no miremos hacia otro lado, a diario vemos los rastros de la fatiga en los rostros de quienes si dan la cara, son ellos la primer barrera entre nosotros y la pandemia. No dejemos que esta situación nos arrebate la solidaridad, el sentido común, la empatía, la gratitud, y quizás hasta la vida.

Un dilema constante

En la lucha contra el coronavirus estamos enfrentando, y vamos a enfrentar, un dilema constante. O nos dedicamos a dividir víricamente o nos dedicamos a trabajar unidos contra el virus.

Obviamente todos podemos tener quejas sobre la falta de soluciones a las necesidades que van surgiendo en el desarrollo de la pandemia; y quejas sobre las carencias -que se están manifestando con toda su crudeza ante la aparición de la pandemia pero que vienen de antes, de mucho antes- para luchar contra el coronavirus.

Obviamente todos podemos tener sugerencias y alternativas diferentes a cómo se están resolviendo los inmensos y gravísimos problemas que está generando la pandemia del coronavirus.

Pero existen multitud de canales oficiales para hacerlas llegar a las autoridades concernientes -todos menos la difusión irresponsable y alarmista por las redes sociales-; para transmitir tales necesidades y sugerencias.

Que vuelvan los aplausos

Solo así se ayuda a la lucha responsable, colectiva, organizada y eficaz. Con el uso irresponsable, alarmista y obscenamente interesado de las redes sociales solo se ayuda a que el coronavirus mate a más gente, a los más débiles de entre nosotros, a los seres queridos, al abuelo y a la abuela.

Ahora contra la pandemia del coronavirus, solo los aplausos unen, porque ahora las manifestaciones dividen.

Que vuelvan los aplausos y los “bocinazos” en agradecimiento a los trabajadores de la salud que mucha falta les hace ese “upa” y bien merecido lo tienen.

*Columnista y analista político

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