La crisis sin fin del fútbol argentino se va superando tristemente día a día y no hay señales de un fondo a la vista para tocar y volver a subir en busca de una superficie que entregue un poco de aire a la pelota criolla, que cada vez se desinfla más. Cuando los dirigentes de la Primera División habían llegado a un acuerdo para que el reparto de los 350 millones que ayer depositó el Gobierno por la rescisión del Fútbol para Todos alcanzara para cubrir las deudas de los clubes más necesitados del Ascenso, los jugadores encabezados por Sergio Marchi -secretario general del gremio de futbolistas- decidieron anoche en asamblea que las condiciones no están dadas para comenzar a jugar hoy. La respuesta de la AFA, inmediata, fue toda una declaración de guerra: habrá sanciones “para aquellos que no presenten sus respectivos equipos”. ¿Y ahora?
El conflicto, a simple vista, resulta sencillo de visualizar. Algunos clubes de Primera y muchos de las categorías menores (B Nacional, B Metropolitana, Federal A, Primera C y Primera D) mantienen una deuda con sus jugadores que en algunos casos asciende a los cuatro o cinco meses. La masa total de la deuda reclamada por el gremio es de 260 millones de pesos. Los futbolistas dicen que hasta que no les paguen no juegan y que el dinero que ofreció la AFA (cuyo monto total no trascendió) no alcanza para cubrir todo; los directivos de las instituciones sostienen que sin hacer rodar la pelota será imposible generar los recursos para normalizar la situación y consideran esto clave para cerrar en los próximos días con la nueva empresa que televisará los partidos (Fox-Turner, ESPN o MediaPro) y que pondrá una “llave” o adelanto de 1.200 millones.
Con la determinación de no comenzar el fútbol, Agremiados y los jugadores profesionales hicieron oídos sordos a la conciliación obligatoria dictada por el Ministerio de Trabajo en horas de la tarde de ayer. De hecho, hoy a las 11 será la audiencia en la que se verán las caras Marchi y los integrantes de la Comisión Normalizadora que hoy comanda la AFA.
Fue un jueves que comenzó y terminó con reuniones que al final no encontraron una salida al engorroso laberinto en el que está perdido el fútbol argentino. Cuando el calor empezaba a golpear fuerte en el asfalto porteño, en la zona de Constitución se juntaban varios dirigentes como Claudio Chiqui Tapia (presidente de Barracas Central y candidato al sillón de la AFA), Hugo Moyano (Independiente), Víctor Blanco (Racing) y Daniel Angelici (Boca) -entre otros- con Marchi para intentar destrabar la cuestión. El lugar elegido fue la sede del sindicato de Camioneros. Y al término de ese cónclave ya se dio la primera gran contradicción: mientras los directivos aseguraban que habían llegado a un principio de acuerdo, Marchi se encargó de decir que estaban “peor que el día anterior”.
Todo continuó unas horas después en el edificio de Viamonte 1366. Allí se juntaron todos los dirigentes de los clubes más Armando Pérez, Javier Medín y Carolina Cristinziano por parte de la Comisión Normalizadora. Como una mueca irónica del destino, debieron mudarse del tercer al quinto piso porque en medio de la reunión se les cortó la luz… Luego de discusiones, de hacer números y de afinar el lapiz, llegaron a confeccionar una ingeniería para ayudar al Ascenso. Según Medín, hoy se acreditarán los 350 millones de pesos que depositó el Estado por Fútbol para Todos. Los 30 equipos de Primera decidieron resignar parte de ese ingreso para colaborar con las otras categorías.
Todos los clubes de Primera cobrarán 6,4 millones cada uno para que el Ascenso pueda duplicar su monto y así poder cubrir dos cuotas para saldar sus deudas o la mayoría de ellas. Boca y River prestaron casi 9 millones; Racing, Independiente, San Lorenzo y Vélez cedieron 3,7 millones; y los demás otorgaron un millón por cabeza. En total son unos 56 millones que serán devueltos cuando se cobre el contrato de la empresa Trisa con la B Nacional y la B Metropolitana. Sin embargo, al menos anoche esta oferta quedó en la nada ya que no tuvo efecto alguno entre Marchi y los capitanes y referentes de cada equipo, que se juntaron en una Asamblea que duró cerca de 3 horas.
Pasadas las diez menos veinte de la noche, los más de 50 futbolistas salieron en fila india y con la boca cerrada del edificio de Agremiados ubicado en la calle Salta al 1100. Fabián Cubero (Vélez) adelantó lo que todos querían saber: “No hay fútbol”. Y Marchi profundizó: “La decisión es retener tareas porque no se ha podido cancelar la deuda, no va a haber fútbol”. el líder sindical se cuidó de no decir la palabra “paro” para no acatar la conciliación. La AFA contestó con un comunicado en el que amenaza con sanciones (quita de puntos). “¿A quién le van a sacar los puntos si nadie se va a presentar?”, desafió un jugador de un importante equipo de Buenos Aires. Ningún dirigente descartaba anoche presentar equipos con futbolistas juveniles. Hoy deberían arrancar la fecha Rosario Central-Godoy Cruz a las 19 y San Lorenzo-Belgrano a las 21.20. Para la AFA se juega, aunque los jugadores no quieran. Así, todo siempre puede estar un poco peor.
Fuente: Clarín