El candidato republicano triunfó en los comicios, en una reñida pelea voto a voto en estados clave. Asumirá el 20 de enero. “Hillary me felicitó por nuestra victoria”, dijo. “Es hora de unirnos, voy a ser el presidente de todos los norteamericanos”, agregó.
El nuevo presidente de Estados Unidos es Donald Trump, el candidato republicano, magnate y empresario neoyorquino de 70 años, que aterrizó en la política como el representante antisistema que vino a patear el establishment estadounidense.
“Hillary me felicitó por la victoria”, dijo Trump al hablar ante sus seguidores, minutos antes de las 3 de la mañana hora de Nueva York (una hora más tarde en la Argentina).
“A todos los republicanos, demócratas e independientes en esta nación, les digo que es momento de que nos reconciliemos como un pueblo unido”, agregó Trump en su discurso, en el que incluyó elogios a su rival, al asegurar que Estados Unidos tiene una “deuda de gratitud” con Clinton.
“Vamos a buscar alianzas, no conflictos con el mundo”, agregó Trump. En esa línea, y ante la euforia de sus fans, destacó que Estados Unidos -bajo su gobierno- “estará de acuerdo con todos aquellos que quieran llevarse bien con nosotros”.
El candidato pudo con todo: una fuerte presión de la prensa que jugó a favor de Hillary Clinton, al igual que toda una legión de celebridades que salieron a votar “demócrata” e hicieron parodias del neoyorquino, casi como si fuera una caricatura. También sobrevivió a todo el carisma que el matrimonio Obama impuso en el final de la campaña electoral.
Pero nada pudo detener el fenómeno Trump. Ni siquiera las denuncias que le llovieron como acosador de mujeres. Su desconocimiento de las cuestiones más delicadas de política internacional. Y sus propuesta homofóbicas tampoco importaron. Es más, por el contrario, calaron profundo en el interior del votante blanco estadounidense que salió a votarlo.
Fuente: Clarín