Por Fabián Seidán de Diario Cuarto Poder. Muchas veces dijimos que “Dios es argentino”; y tal vez lo sea, porque a pesar de las crisis y desencuentros -con sufrimientos de por medio-, el argentino parece bendecido y siempre sale adelante, como en el fútbol. Sería lindo que el Niño Dios este año atienda el pedido de millones de argentinos para este domingo y anticipe el regalo de Navidad.
Época de esperanza y pedidos
A través de sus historias de Instagram, el arquero albiceleste, Emiliano “El Dibu” Martínez, compartió una foto tomando mate con varios de sus compañeros en la Universidad de Qatar y, por encima de la misma, dejó un cálido mensaje que refleja el gran clima que se está viviendo antes de la cita máxima con los franceses por la final de la Copa del Mundo, de mañana domingo.
“Gente que te ayuda a seguir creciendo”, escribió El Dibu tras posar junto a Marcos Acuña, Germán Pezzella, Guido Rodríguez y algunos colaboradores de la Scaloneta en uno de los espacios comunes del búnker albiceleste.
“Arco en cero, muchachos. Me van a tener que matar para meterme un gol. Muchachos, el que no está levanta la mano, eh, no regalamos nada, no regalamos nada”, cerró el arquero argentino.
Atreverse a soñar
La Selección Argentina enfrentará mañana, desde las 12.00 (hora local), a su par de Francia por la final de la Copa del Mundo Qatar 2022, en un partido que será para alquilar balcones por el nivel en que llegan ambos equipos al duelo y la cantidad de estrellas juntas en el campo de juego.
La Albiceleste, si bien comenzó la Copa con un feo tropezón frente al combinado de Arabia Saudita (cayó por 2 a 1 tras ir ganando), ese golpe actuó como una cachetada oportuna para despabilarse, bajar del pedestal de favorito y entender que si la idea era llegar a la final, iban a tener que correr y sudar la camiseta contra todos los rivales que debían enfrentar.
No por nada, tras caer en el primer partido, Lionel Messi, dijo que “no hay excusas”. “Lo vamos a levantar más unidos que nunca. Es una situación que hace mucho no nos tocaba pasar. Ahora tenemos que demostrar que somos un grupo de verdad”.
Y es que con trabajo, esfuerzo, unión y humildad, se puede llegar muy lejos.
La “Scaloneta” (nombre con el que popularmente se menciona al seleccionado dirigido por el técnico Lionel Scaloni) antes de llegar a Qatar, venía con un envión bárbaro, tras ganar la Copa América y lograr más de 36 partidos sin conocer la derrota, lo que lo convertía en serio candidato al título mundial. Sin embargo, el torneo ecuménico mostró esta vez que ninguno de los 32 equipos participantes fue de paseo, al punto de que hubo muchas sorpresas en los duelos, en los eliminados y clasificados, convirtiéndose en el más parejo de todos los tiempos.
Argentina y Francia fueron los más parejos y por eso se verán las caras en la final. Ambos equipos cuentan con grandes jugadores: Messi – Mbappé; Älvarez – Giroud; Dibu Martínez – Lloris; Otamendi – Varane; Enzo Fernández – Griezmann. Y podría seguir porque tanto titulares como suplentes son capaces de hacer la diferencia en el campo de juego en los 90 minutos.
No va a ser un partido fácil, para nada
“Los argentinos nacimos para sufrir”. Vaya si es una frase hecha pero que nos caracteriza e identifica largamente en todo el mundo. Sin embargo, no nos engañemos: la misma sentencia, esconde dentro esperanza y alegrías, que siempre se evidenciarán al final de cada tormenta o desesperanza.
Este domingo la Selección Argentina de fútbol puede dar el salto que tanto buscamos desde 1986, de la mano del mejor jugador del mundo, acompañado por un incondicional grupo de compatriotas crack que son amigos, compañeros y que están dispuestos a dejar todo en la cancha para regalar a los 47 millones de argentinos un cachito de alegría.
¡El regalo de Navidad podría llegar por anticipado a nuestra tierra! Dios quiera que así sea!!!